El Balonmán Lalín firmó un mal partido ante el Trapagaran (28-31)

Javier Benito
j. benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El equipo vasco se mostró superior a los rojinegros, muy erráticos en su juego

21 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Salió cruz el comienzo de la fase decisiva de la temporada para el Balonmán Lalín. Ni el apoyo constante de los 300 aficionados que acudieron al Arena bastó para vislumbrar alguna opción de victoria ante el Trapagaran. No hubo remontada apelando a la épica, a ese gen que sacan a relucir los rojinegros. Estuvieron muy erráticos durante los sesenta minutos de juego, sin encontrar la fórmula para superar la cambiante defensa visitante, pese a los múltiples cambios que fue introduciendo Pablo Cacheda.

Ambos equipos comenzaron con muchos errores dada la trascendencia de los puntos. El Trapagaran llegaba con su casillero a cero tras la primera fase. Pero la realidad mostró a un conjunto rocoso en defensa, con De Miguel felino bajo palos, con mucha fluidez en ataque y acierto, en especial de Suárez. Mientras, en el BM Lalín los errores se sucedían. El juego resultó trabado de inicio, pero el desacierto en el lanzamiento de los locales fue poco a poco posibilitando que el conjunto vasco se hiciese con una ventaja a su favor.

Tras irse de cuatro goles, 8-12, parecía llegar una reacción rojinegra con dos goles de Ramón y Jorge. Pero resultó un espejismo. Con 11-14 en el minuto 26, Cacheda pedía tiempo muerto y pasaba a una defensa de 5-1. No terminó de surtir efecto y al descanso se fueron cinco abajo, 12-17.

El técnico sentaba a Tomás Villarroel en la reanudación. Durán se ponía bajo palos firmando una buena actuación, con varias paradas de mérito. Pero solo con portería no llegaba. El Trapagaran incluso conseguía sumar goles a su ventaja en inferioridad numérica. Con 16-21 se pitaba un penalti dudoso a su favor. Aunque el arbitraje fue todo menos casero no influyeron en el resultado, causado por el errático juego de los locales.

El entrenador se veía obligado a pedir tiempo muerto en el minuto 12 con 16-24 abajo. Las diferencias amplias se mantenían para los vascos, cómodos en todo momento, para llegar al 19-28 en el minuto 20. Nuevo tiempo de Cacheda y doble defensa individual, además de subir la presión el resto de jugadores. Sirvió para robar algún balón y que los visitantes fallasen algunos tiros. El recorte de ventaja llevó al técnico visitante a pedir tiempo en el minuto 23. Tocaba minimizar pérdidas al BM Lalín que dejó la diferencia final en tres goles para el Trapagaran. Tocará mejorar mucho para próximos duelos.

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Tomás Villarroel, Juan (1), Ramón (4), Bruno, Jorge (4), Tate (4), Pachi (1) -equipo inicial-, Durán, Porto (7), Adrián, Losón, Rubas (1), Román (5), Pedro, Aser (1) y Agustín

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De Miguel (1), Santa Coloma (4), Sergio (1), Suárez (10), Delgado (3), Valderrama (1), Díez (6) -equipo inicial-, Arroyo, Lizana, Torrecilla, Cabado, Abajo, Piriz (1), Aramburu y Nájera (4)

TANTEADOR CADA 5 MINUTOS: 2-1, 2-3, 6-7, 8-11, 10-14, 12-17 (descanso); 14-20, 16-23, 18-24, 19-27, 23-29 y 28-31 (final).

ÁRBITROS: Lucas Crespo y Pedro Lema, de Galicia. Excluyeron una vez a Juan y Pachi del BM Lalín y a Sergio, Díez y Aramburu del Trapagaran.