Scientia afirma que en sus colegios las plantillas crecieron en un 20 %

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

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Proponen un modelo educativo de cero años a más de 18 sumando ciclos

03 oct 2020 . Actualizado a las 22:43 h.

Scientia School propone para el Sagrado desarrollar el modelo que sigue en el resto de centros educativos que posee. El último adquirido por la sociedad fue el del Karmelo de San Sebastián cuya compra se formalizó en enero del 2019. En la oferta presentada al Juzgado pontevedrés para el Sagrado Corazón, Scientia propone un proyecto educativo de un centro plurilingüe, tecnológico y de innovación educativa.

Francisco Guerrero explica que «en los cuatro colegios a los que hemos llegado en estos momentos tenemos unos 120 profesores» y cifra en tres los despidos que se produjeron en los últimos dos años, «que no llega al 2 %».

En los últimos tres años, apunta, la plantilla se incrementó de media un 20 % en cada centro por nuevos servicios y nuevas actividades. El número de matrículas «aumentaron de media en los dos, tres primeros años desde nuestra llegada un 15 %».

El proyecto para el Sagrado Corazón de Lalín gira alrededor de cuatro ejes. Guerrero señala que «uno de ellos es la adecuación de las instalaciones a un nivel de calidad definido en los centros Scientia y poder seguir avanzando». El segundo es una oferta educativa con un modelo que va «desde cero años porque un colegio nace en infantil hasta mas allá de los 18 años con ciclos formativos». El tercer eje, apunta, «es una definición real de la plantilla y, a partir de ahí, un mantenimiento en base a un plan de viabilidad y a un crecimiento de la plantilla». A día de hoy está en esos 41 trabajadores que presentara a los sindicatos de cara, añade, «a una plantilla estable». El cuarto eje sería «la innovación educativa».

Scientia School pone como ejemplo de su labor la realizada los últimos 18 meses en el Karmelo de San Sebastián. En él, apunta Guerrero, «hicimos obra en 1.900 metros cuadrados, se hizo la inversión que habíamos definido al principio, creamos un nuevo espacio de Infantil y un nuevo espacio de formación». Siguiendo esa línea, explica, «hemos analizado el entorno y hemos llegado a alianzas con gente que sabe hacerlo muy bien. En los 18 primeros meses hay un ciclo formativo de deporte, el superior, que es una realidad y está hoy en el colegio de la mano de una Ikastola y hemos hecho un ciclo de diseño, moda y patronaje». Añade que «en el País Vasco hemos creado una empresa conjunta con AEG que son los líderes en este campo y el colegio del Karmelo hizo el pasado curso con material reciclado parte de los complementos de una diseñadora de moda sostenible que estuvo en Cibeles y también hicimos ciclos formativos convencionales de tecnología, administración y desarrollo de páginas web. Nos hemos aliado con quien lo sabe hacer y hoy se empiezan a ofertar para el nuevo curso». Destaca que en el Karmelo se crearon más de 10 nuevos puestos de trabajo que se suman a los 27 que ya había. Son cuatro o cinco en Infantil, que no existía, cuatro o cinco en los ciclos formativos y otros tantos en el Liceo Francés, «apoyando su puesta en marcha junto con actores locales que apostaban por mejorar la oferta educativa».

Innovación tecnológica y modernización digital sin coste adicional

Francisco Guerrero subraya la apuesta en los centros de Scientia School por la innovación educativa donde se incluye la modernización tecnológica de los centros. Señala que «todos los alumnos desde el 1 de septiembre disponen de un dispositivo sin coste adicional para ellos, se lo ha facilitado el centro, cediendo el uso al alumno». En el Karmelo, explica, «todos los alumnos de Secundaria funcionan con Chrome en un Lenovo y todos los alumnos desde primero de Primaria tienen un Ipad. En primero y segundo se queda en el colegio y a partir de tercero se l o llevan a casa».

Dentro de los proyectos en marcha figura uno de economía circular que presentaron al gobierno vasco que les concedió 26.000 euros invertidos en una sala dotada con doce impresoras digitales, una máquina para transformar los tapones que traen los niños de sus casas en el material que usa la impresora. Con ellos, apunta Guerrero, «con los niños desde primero de Primaria a cuarto de Secundaria hacemos medallas para el cros solidario, cajones para los lápices, fundas para teléfonos y ordenadores». «En el colegio vasco-francés hicimos un esfuerzo importante en inglés y en francés, por la cercanía», añade.

Guerrero señala como aval a su oferta presentada y dada ya a conocer en su día a los sindicatos la labor que desarrollan en otros centros educativos del grupo con un modelo de educación plural, global y la definición de una plantilla estable y sostenible que esperan poder incrementar sumando nuevos servicios.