Roscas, huevos y monas de Pascua viven sus horas más bajas

Rocío Perez Ramos
R. Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Miguel Souto

Estos días están repuntando los encargos, aunque nada comparable a las cifras de otros años

09 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La fiebre de las ventas de harina y levadura en los supermercados tienen en la otra cara de la moneda el descenso de las ventas de dulces en las confiterías. Un efecto que afecta también a los productos más típicos de Semana Santa como son las roscas de Pascua, los huevos y las monas.

Los confiteros de la zona coinciden en afirmar que las cifras de ventas no tienen nada que ver con los del año pasado. Algunos como Antonio Sanmartín de Mimela, en A Estrada, recurrió al ingenio aplicando aquello de que si Mahoma no viene a la montaña... y optó por un acuerdo con algún taxi para distribuir las rosas puerta a puerta, eso sí, siempre que el destino se encuentre dentro del municipio.

La fórmula, cuenta, está dando sus frutos y las roscas, «van saliendo». Las de este establecimiento estradense, dice, «llevan doble fermentación y necesitamos 24 horas para sacarlas». De forma artesanal también elaboran las figuras y los huevos de Pascua. Este año modelos como los bolsos o los unicornios ya están agotados. El establecimiento vende sus dulces a clientes de muchas partes de Galicia y ahora lo de acercarse a por ellas se complica para la mayoría. Aún así, cuenta, «el miércoles nos vino un cliente de Ribadumia que tiene un trabajo que le permite desplazarse y aprovechando que pasó por aquí recogió el encargo». Las reservas, y tenían muchas, fueron cambiando a medida que se fue ampliando el confinamiento.

Al igual que la mayoría de las confiterías de la zona mantienen el horario de apertura habitual durante toda la Semana Santa, Jueves y Viernes Santos incluidos. En Mimela con horario ininterrumpido. Todos estarán a tope y piden a la clientela que se acuerde de ellos y que no se olviden de los niños, que seguro que reciben con ilusión un dulce regalo de chocolate. Los motivos infantiles continúan siendo los que se demandan. En Mimela, especialmente coches y la temática de Stars Wars, entre otros. Se venden a partir de 5 euros. «La más grande, cuenta Sanmartín, costaba 80 y ya la vendimos».

Este pastelero estradense comenta que «llevo un mes sin ver a mi hija que está en Pontevedra, le di la receta de la rosca por videollamada, y le salió».

Juan Suárez Carbia es también de los que hacen todo a mano y de forma artesanal. Las monas y las roscas se dispensan a ser posible por encargo. Cree que este año si las ventas alcanzan un 30 o un 35 % se dará por satisfecho. Explica que el chocolate de las monas aún se puede reutilizar y recuperar, pero las roscas caducan. Señala que otros años dedicaba a la elaboración de esas figuras de chocolate un mes y este año fueron tres días. Ve oscuro el futuro del sector porque estas semanas eran de muchas ventas con Semana Santa y el inicio de la temporada de bodas, comuniones y ceremonias que son parte importante del negocio.

En la confitería Navaza de Lalín, otro referente de la artesanía pastelera de la localidad, también acusan, al igual que todos, un descenso acusado de los encargos y con la materia prima comprada, como a todos. En Panadería Cervela de A Estrada explican que «estos días nos están pidiendo roscas para otras personas, para regalar». Este año la imposibilidad de que las familias se reúnan hace que las roscas que se encargan sean de un tamaño inferior a los de otros años poorque en las casas hay menos gente.

En Dulce Deza, de Silleda, ayer tuvieron un buen día de ventas. «El mejor de los que llevamos en esta situación», apunta Luis Sueiro Villaverde. Y aunque ayer tuvo encargos de tartas, vendió las roscas que fue sacando y tuvo que ir a por más huevos de chocolate, nada que ver con otros años, dice, Los festivos abrirán por la mañana en sus tiendas de Silleda y A Bandeira. Durante parte de estas semanas de confinamiento, hay establecimientos que están abriendo solo por la mañana. Los vecinos continúan cumpliendo años pero hay muchos que para evitar salir y dado que ahora tienen tiempo optan por hacer los dulces en casa y practicar el arte de la repostería.