Altos cargos del PP y la vieja guardia despiden al exalcalde Ramón Campos

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El estradense ostentó la alcaldía durante 15 años y sumó tres mayorías absolutas

09 dic 2019 . Actualizado a las 20:54 h.

A Estrada despidió ayer al exalcalde Ramón Campos Durán con un velatorio y un funeral sencillo al que asistieron representantes de la actual corporación local, miembros de la vieja guardia del PP y algún alto cargo del partido.

Entre los que fueron compañeros de filas de Campos -hoy ya retirados de la política- no faltaron José Antonio Maceira -que estuvo a su lado desde el 95 hasta su retirada en el 2007-, Manolo Rodríguez -que fue durante años su edil de Servizos Sociais e Medio Ambiente- y Alfonso Uzal -en su día edil de Urbanismo-. También estuvieron otros integrantes de su gobierno, como Manuel Somoza Carbón y Manuel Arca Castro, algún pedáneo de la época y algunos funcionarios fieles.

No obstante, en el funeral, celebrado a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de A Estrada, hubo también alguna ausencia significativa, aunque esperable.

De la corporación actual, hicieron acto de presencia en la iglesia un nutrido número de miembros del equipo de gobierno, con el alcalde, José López, a la cabeza. Lo acompañaban el teniente alcalde, Juan Constenla, Alberto Blanco, Lucía Seoane y Gonzalo Louzao. Por parte del PSOE estuvieron el actual portavoz, Luis López Bueno, Belén Louzao, Luis Rendo, Amalia Lago -que en su día fue secretaria de Campos- y Gonzalo Figueiras. También estuvo Mar Blanco (Móvete).

En la ceremonia religiosa no faltó tampoco el que fuera conselleiro de Xustiza y secretario general del PP, el estradense Jesús Palmou, uno de los grandes conseguidores de Campos, que hizo posible, entre otros logros, la construcción en A Estrada de la Academia Galega de Seguridade Pública (Agasp). Estuvo además el actual secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, que en la etapa de Campos era normalizador lingüístico del Concello.

Entre los altos cargos de la Xunta del PP que se acercaron a despedir a Ramón Campos estuvieron además el delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, José Manuel Cores Tourís; el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, y el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que se acercaron al tanatorio.

López: «Acertó con su cercanía y su resolución de los problemas del día a día»

El alcalde de A Estrada, José López, lamentó ayer la pérdida de Ramón Campos «desde el punto de vista personal y político». Aunque a nadie se le escapa que ambos tenían puntos de vista distintos de la política local, López recordó que fue con él con quien entró en política y le reconoció que fue él quien «marcó un punto de inflexión en la política local». «Los primeros gobiernos de la democracia (con Suso Durán, Reimóndez, Elvira y Tallón) se caracterizaron por sus mandatos cortos. Campos en cambio fue el primero en conseguir consolidar la alcaldía durante 15 años y creo que una parte fundamental de su éxito fue su cercanía y su capacidad para la resolución de los problemas del día a día», explica José López.

«Campos fue también capaz de dar un salto de calidad en la política y conseguir una mayor presencia y peso de A Estrada en el gobierno autonómico», cuenta el alcalde estradense.

«Animal político»

«Era un animal político. Vivía la política con intensidad y, aunque no dejase grandes proyectos, fue transformando A Estrada con sus acciones. Sobre todo consiguió montar una estructura que funcionaba muy bien en el rural», explica José López.

Pese a la disparidad de opiniones, algún parecido empieza a haber entre Ramón Campos y José López. Campos logró encadenar 15 años de gobierno y sumó tres mayorías absolutas. López está arrancando su tercera mayoría absoluta y, aunque en la primera pecó de descuidar el amplio rural estradense, con el tiempo ha ido intentando corregirse.

Maceira: «Transformou un rural que estaba abandonado»

José Antonio Maceira fue concejal con Campos desde el año 95 hasta su retirada en el 2007. Ejerció la primera tenencia de alcaldía durante siete años y fue hasta el final -incluso cuando las cosas se complicaron con la dimisión de Reboredo, que acabaría dando el gobierno al bipartito PSOE-BNG- uno de los hombres de confianza de Campos.

«Para min foi o político que máis admirei e o mellor alcalde que pasou por A Estrada. Ou un dos mellores, que López tampouco é malo», dice Maceira. «Colleu unha Estrada casi terceiromundista e púxoa a andar. Fíxose a estación de autobuses, a gardería, humanizou Calvo Sotelo, fixo a variante de San Paio e abriu sete calles novas que non existían. Tamén trouxo a Agasp, fixo a depuradora de Aguións e loitou pola Feira do Moble, que viviu daquela unha época de esplendor», asegura.

«Foi un traballador incansable. Sempre estaba el á fronte de todo e traballaba as 24 horas polo concello. Cando se xubilou, sen cobrar nada. A zona rural era algo básico para el. Foi extremadamente sensible cun rural que estaba abandonado. Case todas as semanas visitaba dúas ou tres parroquias para comprobar necesidades e cumpría», recuerda.