El vandalismo se ceba con el sector inmobiliario

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

Pintadas, suciedad y cristales rotos se suman a los destrozos en el edificio de la rúa C

24 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Botellas, papeles y desechos. En el resquicio que queda en una de las entradas se acumulan todo tipo de residuos y de basura desde envases y latas vacías a papeles y envoltorios de todo tipo. foto M. Souto

Cristales rotos. Muchos de los dobles cristales de las ventanas están totalmente hechos añicos. A ellos se suman los de las galerías y algún balcón. Con el paso del tiempo cada vez son más los que acaban rotos. foto M. S.

Color en las columnas. En la parte de atrás, la pintura cubre gran parte de las paredes de colores intensos con manifestaciones como la que se puede ver en esta columna de piedra. foto M. S.

Malla metálica y redes. Hace un mes, se llevó a cabo un nuevo cierre del edificio para intentar evitar la entrada de personas reforzando cada zona abierta y tapiando otras con tablones de madera. foto M. S.

La crisis que dejó en quiebra a numerosas promotoras inmobiliarias dejó en Lalín un reguero de urbanizaciones, unas acabadas y otras no, a las que bancos e inmobiliarias en estos últimos años fueron buscando salida, aunque quedan aún numerosos pisos que vender. En la antigua rúa C, ahora Nuno Eanes, se encuentra un edificio promovido en su día por Construsilva. Se trata de un edificio de nueva construcción situado en una zona muy céntrica, al lado del centro de salud y del colegio Manuel Rivero. La Sareb explicaba estos días que este banco era el propietario del préstamo de la deuda de la constructora pero aún no tenía la propiedad del edificio. Señalaban que el proceso estaba aún en el juzgado pendiente de resolución y la posible adjudicación en el concurso de acreedores.

A finales del mes de enero de este año, el gobierno local instaba a la Sareb a cerrar el inmueble ante el peligro que suponía el estado que se encontraba. La puerta del portal estaba abierta y el aga se colaba y causaba daños en el bajo cubierta de a fachada principal.

La malla metálica que cerraba en aquel momento con poco éxito varios espacios fue reforzada y ahora, meses después, se llevaron a cabo nuevas labores de cierre y de tapiado de algunos huecos. El personal de limpieza y recogida de basura que estos días trabajaba en la calle apuntaba que hacía cosa de un mes, se volvió a reforzar los cierres del edificio y se colocaron tablones en algunas entradas y en las ventanas que dan al sótano. Alguno de ellos ya estaba suelto.

Por la parte de atrás y en el tiempo transcurrido las pintadas fueron yendo a más hasta no dejar casi un resquicio libre en la zona. El portal que da a la parte de atrás del colegio Manuel Rivero está lleno de basura.

Vecinos de la zona dicen que se realizaron varias limpiezas por parte del personal de la empresa de recogida de basura pero cada poco vuelve a estar hasta arriba de desperdicios.

Botellas y latas de refresco vacías se suman a envoltorios de dulces o de comida y todo un sinfín de desechos. En algunas de las escaleras de la arte de atrás y en alguna de las paredes ya no queda apenas un resquicio que deje ver el granito debajo de tanta pintura de colores.

Los vecinos se quejan de que este pequeño espacio a cubierto del edificio, resguardado en parte, sirve de picadero y se usa como lugar de botellón. Otros se expresan con pintadas más o menos. Los nuevos cierres impiden de momento que el edificio albergue a ocupas.

Pero con el paso del tiempo los daños se acentúan y con ellos el deterioro de un edificio que va perdiendo valor. Numerosos cristales dobles de las ventanas y de algunos de los balcones están ya hechos añicos.

En la zona que tendría que ocupar un videoportero queda un manojo de cabes al aire. El agua sigue colándose por alguna zona de a planta baja en los soportales de la fachada que da a Nuno Eanes y al falso techo cada vez le faltan más piezas que se comban y se caen rompiéndose en algún caso en el suelo a consecuencia de la entrada del agua. Alguna tubería baila sobre el espacio después de soltarse.

El caso de este edificio es aún más sangrante si se tiene en cuenta que en su día 39 familias estaban afectadas por el concurso de acreedores de la empresa y tenían ya prácticamente pagados los pisos. Habían adelantado entre el 80 y el 100 % del valor de los pisos por una relación de confianza.

En octubre del 2015 los afectados se manifestaban a las puertas del juzgado de Pontevedra el día en el que se celebraba la vista. La Sareb explicaba ayer que estaba a la espera de que se cerrase el proceso judicial que aún queda respecto a este edificio para poder adjudicárselo definitivamente y luego poder poner la propiedad a la venta, como otras para as que busca comprador en la localidad lalinense.

Un deterioro que va a más. Con el paso del tiempo los daños se van incrementando y con él el deterioro de este céntrico edificio de pisos que en su momento despertaba admiración. Las pintadas cada vez son más y en la parte cubierta de la entrada principal que da a la rúa Nuno Eanes el agua continúa haciendo estragos. Las ventanas que dan al sótano fueron cerradas con algún tablón destinado a impedir el paso y la entrada de personas al interior del inmueble. foto Miguel Souto