Dos victorias consecutivas dejan al Estradense en mitad de tabla

Javier Benito
javier benito A ESTRADA, LALÍN / LA VOZ

DEZA

Basilio Bello

Los rojillos mantienen idéntica línea de juego pero ahora les sonríe la fortuna

05 nov 2019 . Actualizado a las 13:11 h.

El Estradense mantiene desde el inicio de liga, salvo algún partido puntual en el arranque tras regresar a la Tercera División y achacable al cambio de categoría, una línea de juego clara, sólida y distinguible. Buscan la posesión y el fútbol combinativo implantado por Alberto Mariano ya en Preferente, pero sin obsesionarse si el rival les arrebata el balón y toca reajustar sistemas para una apuesta mayor los contragolpes. Y ahora parece de nuevo dar sus frutos, con la fortuna sonriendo como no había hecho en algunos de los encuentros que se saldaron con derrotas y donde los rojillos merecieron más.

Tras cinco choques perdidos y caer a zona de descenso, todo acaba de dar un vuelco en tan solo dos jornadas. La ajustada victoria en casa ante el Barco supuso una inyección de moral, además de quitarse técnicos y jugadores una carga psicológica que podía generar desconfianza sobre el modelo futbolístico. Ante el Bergantiños se venció con solvencia para encadenar seis puntos consecutivos que han supuesto un salto significativo del Estradense en la clasificación. Ya están a mitad de tabla, en el décimo puesto, a solo uno del noveno, el Somozas, o dos del octavo, el Rápido Vilalbés, en una liga que está bastante apretada desde la séptima plaza casi podríamos decir al farolillo rojo, fluctuando catorce equipos en nueve puntos cuando nos acercamos a completar el primer tercio de la competición.

Mariano incidía ayer en esa idea de que ellos no cambiaron ni de identidad ni de juego. «No hicimos nada diferente que cuando encajamos cinco derrotas seguidas, competimos igual, pero a veces el fútbol da y otras quita, aunque necesitábamos que ese buen juego se tradujese en resultados como los que sumamos en los dos últimos partidos», explicaba el técnico rojillo. Calificó de redondo el nivel mostrado frente al Bergantiños, mostrándose «muy superiores, sabiendo cuándo correr, cuándo tener la pelota ante un rival con una exigencia alta al que le pesó la ansiedad, el runrún de la grada porque llevan tres años jugando el play off de ascenso y el listón lo tienen muy alto».

Para el entrenador, afición y plantilla merecían ese giro iniciado ante el Barco, refrendado en Carballo. «Aguantamos bien de inicio cuando ellos quisieron someternos y tuvimos dos contras que les llevaron a irse un poco atrás; supimos leer esa situación y tocar bien, ser finos en ese otro fútbol que no es dar patadas sino interpretar el juego y las circunstancias específicas de cada encuentro», argumentaba Mariano. Hubo premio con juego, goleada y tres puntos. Reconocía que el regreso de futbolistas lesionados ayuda a esa mejoría porque «hay entrenamientos de más calidad, puedo repartir más los minutos y optar por los futbolistas más adecuados, en definitiva, competir mejor y con más opciones y sistemas». Ahora les toca la visita de otro coco de la categoría, el Fabril, cuarto y con una plantilla «de gran calidad».

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