San Martiño sale por primera vez de Lalín de Arriba para visitar As Dores

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

La iniciativa tendrá lugar en el centenario del templo lalinense, que tomó el relevo como parroquia

10 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de siglos de reclusión, la imagen de San Martiño de la iglesia de Lalín de Arriba saldrá de su encierro para pasearse, puede que por primera vez, por las calles para visitar a la Virxe das Dores en el centenario de esta parroquia. La iniciativa, que tiene el visto bueno de los vecinos y del párroco lalinense, partió de Amalio González Moure, durante muchos años conserje del Casino lalinense y ahora ya jubilado.

La visita fue fijada para el día 21, sábado de las fiestas de As Dores, a las 19.00 horas. A esa hora la imagen de San Martiño saldrá del templo que lo acoge y a cuya advocación está dedicada la iglesia para recorrer, en compañía de sacerdotes y vecinos la rúa Monte Faro que, apunta Amalio González «antes de ser carretera era a antigua calzada» y la Banda A Lira de Prado. El recorrido continúa hasta el cruce con González Taboada donde está previsto que el párroco reciba a la imagen, que entrará en la iglesia con la música del himno gallego tocado a la gaita por Plácido Rozas.

San Martiño se quedará de visita unos días en As Dores y saldrá detrás de la Virgen el domingo de las fiestas en procesión. De momento, apunta González Moure, aún no se fijo fecha para llevar a cabo el viaje de vuelta del santo a su iglesia.

Estos días, las vecinas de Lalín de Arriba, explica González, «están pondo a punto a imaxen para engalanala para á ocasión». El paseo de San Martiño el sábado de As Dores estará acompañado de bombas de palenque y el pendón de Lalín de Arriba. Una vez en la iglesia de As Dores, tendrá lugar una misa y durante las fiestas esté previsto que la iglesia permanezca abierta para que los vecinos puedan ver juntas las dos imágenes. González Moure explica que «ninguén lembra que San Martiño saira nunca, nin que nin abós ou bisavós contaran nada ao respecto» y «non consta que saira nunca». Lo que hace esta ocasión también más especial.