Lalín reforma y reduce el proyecto previsto en la avenida Xosé Cuíña

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

MIGUEL SOUTO

Será entre las rotondas de Donramiro y Escaldes con unos 700.000 euros de inversión

07 sep 2019 . Actualizado a las 22:24 h.

El gobierno lalinense mantuvo ya una primera reunión con los propietarios afectados por el proyecto de humanización y reforma de la avenida de Xosé Cuíña que se activa con el objetivo de afrontar las obras en el tramo comprendido entre las rotondas de Donramiro y la del cruce con la rúa Escaldes. La concejala de Urbanismo, Paz Pérez, explicó ayer que al igual que los proyectos de humanización de las rúas Principal y Loriga, el de la avenida Xosé Cuíña les parecen muy atractivo pero que los valoraron y eran inasumibles económicamente «porque era multiplicar por dous ou por tres a aportación do Concello». En el caso de la avenida Xosé Cuíña apuntó que se partía de un presupuesto de 1.473.000 euros y se intentó aquilatar, ejecutando una primera fase reajustada, lo que supondrá rebajar a la mitad la inversión de este proyecto incluido en el plan Dusi y que, dijo, supondrá un gasto que se establece en una horquilla de entre 600.000 y 800.000 euros.

A los afectados, indicó Paz Pérez, se les explicó este viernes por la noche el proyecto, la necesidad de ocupación de terrenos y las fórmulas posibles en un encuentro que Pérez Asorey calificó de cordial. Explicó que el gobierno local quería equiparar las inversiones que realice en el rural con las del urbano y los cambios en la actuación en la avenida Xosé Cuíña supusieron un incremento considerable del presupuesto, que elevaba en 200.000 o 300.000 euros lo que iba en el Dusi. En la presentación del proyecto estuvo también el asesor urbanístico municipal Javier Bugallo, y el arquitecto Luis Fernández, autor del proyecto. Bugallo explicó que la avenida, que será uno de los ejes representativos de la villa, tendrá el tratamiento de una vía parque que integre toda la zona del multiusos Arena y Donramiro con la estructura urbana de Lalín y que ahora queda un poco dividida por la carretera, además de ofrecer seguridad a los peatones sin perder la fluidez del tráfico rodado.

Apuntó que tendrá 30 metros de ancho el vial, que ya se contemplaba en el Plan Xeral de Ordenación Municipal. La avenida contará con dos carriles para cada sentido de la circulación, aceras amplias de cuatro metros de ancho y un carril bici. Ahora se ejecutará una primera sección del futuro eje estructurante que podría prolongarse propiciando un cambio desde la rotonda de la Folla de Bacalao hasta la rotonda del Alto de Vales en las salidas de la villa, la primera hacia Santiago y la segunda hacia Ourense extendiéndose también por la avenida de Madrid.

Nuevos servicios, un carril bici y garantía de seguridad peatonal

Luis Fernández explicó que su proyecto con el que Arco ganó este concurso ofrecía una solución integral para este espacio urbano. Está previsto el aprovechamiento de la acera, apuntó, casi en su totalidad. En esa franja habrá zona de aparcamiento intercalada con árboles.

Se pretende en esta zona asegurar la seguridad de los peatones de una parte a otra de la calle y también entre el casco y Donramiro y también una circulación de coches cómoda. Contará con una mediana central arbolada de un ancho de 1,6 a 2 metros y franjas arboladas a cada lado. Habrá un carril bici de 2,4 metros de ancho desde la zona del Pontiñas hasta la de Donramiro y dos pasos elevados, uno cerca de cada entrada de las rotondas, y dos pasos más del Arena hacia la zona del Concello. Unas medidas con las que se quiere mitigar, apuntan, esa desconexión existente ahora. Fernández señaló que los pasos elevados cumplirán la normativa y dispondrán de una rampa de acceso de dos metros. Los trabajos supondrán también la construcción de aceras, que en la zona del Arena, por ejemplo no existen, y se prevé la colocación de gran parte de nuevos servicios como son abastecimientos de agua, alumbrado o preinstalaciones de telecomunicaciones necesarias en esta zona. La estética de la obra seguirá la ya existente en la zona y la actuación urbanística comprende 12.200 metros cuadrados.

Se calcula que esté licitada y ejecutada en el primer semestre del 2020

Los cálculos son que la obra debería quedar iniciada y finalizada en el primer semestre del 2020. Con la presentación del proyecto a los vecinos se inician los trámites para la obtención y posterior ocupación de los terrenos. En el encuentro se explicó que existen varias opciones para esta cesión obligada. Una sería la ocupación directa como se hizo con motivo de la construcción del Arena, otra una permuta forzosa, una expropiación forzosa (una fórmula que se siguió para la obtención de los terrenos del CIS) o convenios urbanísticos con los propietarios. El Concello hará un estudio y hablará de forma individual con cada uno de los afectados. Son 11 parcelas de 8 propietarios y 5 más con tres dueños contando con la extensión de aceras hasta el Pontiñas.