Los clubes de la zona se preparan para una categoría de máxima exigencia
26 ago 2019 . Actualizado a las 13:24 h.En dos semanas la Segunda Autonómica dará el pistoletazo de salida. En el grupo 5 saltarán al estrado ocho escuadras de la zona con el propósito de, por lo menos, cumplir sus objetivos. Representando a la Comarca de Deza estarán Cruces, Laro, Silleda, Lamela y Rodeiro. Por Tabeirós, otros tres equipos: Vea, Berres y Estradense B.
En una liga que promete ser durísima, por lo bien que se están reforzando todos los equipos, se contempla un cambio relevante respecto a la pasada campaña. Esta temporada, además del ascenso directo a Primera del campeón de liga, los tres siguientes clasificados promocionarán contra equipos de los grupos 2 y 4. Este nuevo formato de ascenso desembocará en una liga mucho más competitiva, aumentando el número de equipos que lucharán por un objetivo hasta el final. Esto, unido a esas nuevas incorporaciones en todos los equipos, promete una temporada apasionante e igualadísima.
El grupo 5 de este año será el más potente de los últimos tiempos, con equipos fortísimos como el Cire Melide, que fichó a varios jugadores de Preferente o el Compostela y el Estradense B, que tienen a su primer equipo en Tercera División. Otros que prometen dar guerra son el Silleda y el Villestro, que aún se ha reforzado más después de perder el ascenso en el último minuto del partido definitivo de la pasada temporada. Pónganse cómodos, porque el balón está a punto de rodar.
Silleda
El Silleda tiene como objetivo estar arriba y meterse, al menos, en la promoción de ascenso. A las bajas de Nuno, que se marchó al Lalín y de Moncho, que fichó por el Piloño, se suman las de Vilas, Manolo y Gus. Cuentan con las incorporaciones de Borja, que llega del Vilatuxe, Diego y Alberto, que vuelven después de dos años sin jugar y de Iño, que el año pasado era el entrenador y esta temporada será un jugador más. Suben 9 jugadores de la cantera y puede que alguno juegue en el primer equipo. Además, hay 6 juveniles que participarán mucho con los de Lolo Maceira.
Estradense B
El filial rojillo de Marcos Piñeiro, Pacheco, es uno de los favoritos para estar en la parte alta de la tabla. El técnico estradense quiere seguir en la línea de la temporada pasada, cuando solo una mala racha final les hizo descolgarse del O Pino y Villestro. Para cubrir las cinco bajas sufridas, llegan Xenxo, del Berres, Ferre, que regresa después de un año sin jugar y cinco chavales que suben de juveniles. Ahora mismo Pacheco cuenta con 28 futbolistas, pero habrá descartes para empezar la liga rondando las 22 fichas. Después del ascenso del Estradense a Tercera, el siguiente objetivo a nivel de club es ascender al filial a Primera Autonómica. Este año tendrán su primera oportunidad.
Lamela
En el Lamela de Esteban Sánchez Tebi y Amosa, que es capitán y segundo entrenador, esperan repetir los números del año pasado, cuando disputaron el ascenso hasta que el equipo se desinfló a falta de diez jornadas. Tebi sabe que no será fácil, por lo bien que se están reforzando todos sus rivales. Saldrán a competir y el tiempo dirán si tienen que mirar hacia arriba o hacia abajo. Se han marchado cinco jugadores, incluyendo a Amosa y Picallo, que se van a Cruces y Vea. Para suplirlos, el club realizó otros tantos fichajes, entre los que destaca la incorporación del incombustible Matelo, que está llamado a ser una de las estrellas del equipo silledense.
Laro
José Manuel Rozas pierde para esta temporada al goleador Jagoba, que se marcha al Piloño y a Miguel y Froxán, que fichan por el Escairón. Llegan Adrián, Iñaki, Fuentes y Bollán para suplir estas bajas. El objetivo del club, que el año pasado acabó décimo, es no pasar apuros. Aún así, Rozas es conocedor de las dificultades que se van a encontrar en una liga tan igualada como la de este año. El Laro será, un año más, un equipo muy competitivo.
A finales de mes empezarán los equipos de la zona que salen en Tercera
El domingo 29 de septiembre también darán inicio las ligas en Tercera Autonómica. En este caso, de Deza y Tabeirós figuran cinco equipos implicados. De la comarca dezana, en el grupo 6 están Vilatuxe, Bandeira y Silleda B. El Vilatuxe, recién descendido, intentará regresar a Segunda por la vía rápida. En el Bandeira, que el año pasado fue tercero, esperan dar un pasito más y pelear de nuevo por el ascenso. El Silleda B continuará con la idea de formar jugadores para el primer equipo. En el grupo 7 saldrán los dos equipos de Tabeirós, Estudiantil y Guimarei. Los primeros esperan hacer una temporada digna antes de su ascenso a Tercera. Los segundos intentarán mejorar los números del año pasado de la mano de Mónica Figueiras, la primera estradense que entrena en fútbol masculino.
Berres y Cruces se reforzaron bien para no pasar los apuros de la temporada pasada
La plantilla del Berres de Marcos Regueiro ha experimentado una profunda remodelación. Tras sufrir más de diez bajas, el club se ha reforzado con la llegada de doce jugadores. Regueiro, que llegó al equipo la temporada pasada a falta de 11 jornadas para el final, cree que la plantilla es más completa que la de la anterior campaña, aunque es consciente de que los nuevos jugadores necesitan un tiempo de aclimatación. El objetivo del club es no pasar apuros, salvarse y a partir de ahí mirar hacia arriba. Regueiro fija el objetivo en los 48 puntos, cifra que el club de O Pardiñeiro nunca alcanzó en Segunda Autonómica.
Cruces
Alejandro Vázquez, técnico del Cruces, espera que este año su equipo pase menos apuros. El grueso de la escuadra se mantiene, suben cuatro juveniles y llegan Manuel, del Piloño, y Amosa, del Lamela. A estos se suman Xairo y Víctor, que volverán a jugar tras graves lesiones. El equipo cuenta por el momento con 27 jugadores, pero habrá descartes para comenzar la liga con cerca de 22 efectivos. La plantilla, que mezcla veteranía con juventud, será más competitiva y con más recursos que el curso anterior.
Rodeiro y Vea confían en lograr la salvación sin pasar grandes apuros
Rodeiro y Vea, los dos recién ascendidos a Segunda, esperan lograr la permanencia para poder asentarse en esta difícil categoría.
Los primeros seguirán con el grueso del equipo que logró el ascenso el año pasado. Se produjeron las llegadas de Sergio, Leo, López, Pallares y Benito para contrarrestar las cuatro bajas que sufrió el equipo. De momento, hay 20 jugadores en plantilla y dos jóvenes a prueba, pero el técnico dezano espera empezar la liga con 23 efectivos. Para el conjunto dirigido por Pablo Ledo, su mejor argumento para lograr la salvación serán los goles de Ovidio y Roxida, que el año pasado alcanzaron los 66 tantos en una liga de 33 partidos. Precisamente, lo que más preocupa en estos momentos a Ledo es la lesión de su delantero Ovidio. La estrella del Rodeiro, que la pasada campaña hizo la friolera de 38 dianas en 26 partidos, ha sufrido una lesión en pretemporada que le tendrá apartado del terreno de juego, al menos, un par de meses. La falta de Ovidio puede convertirse en un gran hándicap para un equipo que espera asentarse en la categoría, después de pasar un año en el infierno.
Por su parte, el Vea regresa a Segunda Autonómica seis años después, con el único objetivo de la salvación. De cumplirse sería algo histórico, pues el club estradense nunca estuvo dos temporadas consecutivas en la categoría. Para lograrlo, el técnico Jose Antonio Fernández cuenta con 13 hombres del curso pasado y con 8 caras nuevas que le darán el salto de calidad necesario a la plantilla. Llegan el central Buchi y el portero Fran, ambos con experiencia en Preferente, al jugar con Estradense y Estudiantil, respectivamente. También incorporan a Picallo, del Lamela, a Xoel, del Estradense, a Losada, del Calo, a Fito, del Cacheiras y a Ramos y Matheus, que el año pasado entrenaron con el Estudiantil pero no pudieron hacer ficha por una cuestión burocrática. A pesar de un calendario temible en las primeras jornadas y de que el objetivo es la permanencia, Fernández es optimista y ve al equipo con opciones de pasar una temporada tranquila. En A Nogueira esperan hacer historia este año.