El Concello abrió un expediente para comprar el solar del local de Filgueira

o. p. LALÍN / LA VOZ

DEZA

E CUIÑA

El anterior gobierno local había ordenado un levantamiento topográfico de la finca y un informe de valoración de los terrenos, pero ahora decidirá el ejecutivo popular

18 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Lalín abrió un expediente para adquirir la finca donde se ubica el local social de Filgueira durante el pasado mandato. Lo hizo tras las demandas de la familia Granja Negro, a cuyo nombre están los terrenos y a cuya matriarca Catastro atribuye por tanto la titularidad del local social, por el que el año pasado tuvieron que pagar cinco recibos de IBI de más de 500 euros en cada caso, y este año acaba de llegarles un nuevo cobro. Así lo confirmaron ayer fuentes del anterior gobierno local, que coinciden con la solución que el actual alcalde José Crespo dio a la afectada para buscar una salida al embrollo administrativo causado en su día por el Concello: la compra de la finca por parte del ayuntamiento.

Con ese objetivo, y ante una situación en la que no dudaban de que la razón asiste a la familia afectada, el anterior ejecutivo ordenó a técnicos municipales realizar un levantamiento topográfico de los terrenos, y un informe de valoración de los mismos. Los primeros trabajos encontraron la dificultad de que no coinciden exactamente la superficie real de la finca con la que figura en Catastro. En cuanto a la valoración económica, la situación tampoco es sencilla: las mismas fuentes indican que Xestur había comenzado abonando los primeros terrenos considerablemente por encima que los últimos predios adquiridos, y el precio en la actualidad podría ser inferior. Una situación que podría dificultar un acuerdo con la familia.

Esa era la situación del problema cuando el cuatripartito dejó el gobierno municipal, indican: concluir la valoración definitiva de los terrenos, aprobación una modificación de créditos y comprar la parcela.

Pero ahora es el ejecutivo que preside José Crespo el encargado de buscar una solución a un problema generado tras la cesión de los terrenos en 2010, y una peripecia administrativa en la construcción del edificio plagada de errores que ha acarreado múltiples pérdidas a la familia cedente.

El edificio ocupaba sobre plano fincas de dos familias, pero se situó en una sola

Desde el anterior gobierno local, indican que cuando tuvieron conocimiento del problema en el 2018, tras la regularización catastral que obligó a la familia a pagar el IBI de cinco años, realizaron también consultas a Catastro. Al parecer, una vez comprado el terreno, el Concello podrá inmatricular el local social a su nombre; mientras tanto, Catastro considera que es de propiedad de la familia que posee la finca. El increíble embrollo de Filgueira comenzó ya con la ubicación del centro: el Concello firmó en 2010 convenio con dos familias, ya que el edificio ocuparía dos fincas. Pero finalmente en la construcción se varió la ubicación real, y solo se usó como solar la de la familia Granja Negro; por eso los otros titulares, aún con la finca también inutilizada, no tienen problema con el IBI.