Un globo festivo desde A Xesta hasta Cantabria... y más allá

Rocío Perez Ramos
R. Ramos LALÍN

DEZA

Cedida

Unas horas después de ser lanzado, el artefacto ya había recorrido 234 kilómetros

29 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los pueblos los hacen sus gentes y los de la parroquia de A Xesta en Lalín, están convencidos de poder hacer realidad cualquier sueño. Entre sus méritos cuentan con la distinción de Aldea singular, otorgada por el Concello de Lalín y pueden presumir de ser una parroquia de las más dinámicas. La asociación de vecinos San Pedro Félix es la artífice de una larga lista de iniciativas.

Estos días celebran sus fiestas en honor a la Virxe do Carme y el programa incluyó ayer la tercera edición «na era moderna» de la suelta del Globo da Xesta. Generaciones anteriores ya cumplían con este rito en los festejos. Una costumbre que quedó interrumpida allá por los años 70 cuando el artefacto cayó en un monte y el quemador que llevaba provocó un incendio.

En el 2017 la agrupación vecinal recuperó esta tradición y ayer, en torno a las 13.30 horas con la sesión vermú, el globo emprendió el vuelo con los vecinos preocupados por la dirección del viento, que en ese momento era favorable. Desde la agrupación, José Luis Rodríguez Jácome explicaba que «o que queremos é que non tire hacia o mar, e de paso que deixe aparte aos aeroportos como o de Santiago». Sus deseos se cumplían y por la tarde, el globo ya cruzaba los cielos de Monforte de Lemos.

A eso de las 18.45 horas, impulsado por los vientos, el artefacto festivo compuesto por varios globos blancos y rojos y una guirnalda arcoíris seguía surcando el cielo en dirección norte. Ya había pasado León, recorrido ya 234 kilómetros y se encontraba ya casi a las puertas de la comunidad autónoma de Cantabria.

El deseo era que llegara más lejos que sus predecesores y ya lo ha conseguido. El primero cayó a 140 kilómetros en línea recta de A Xesta, y fue encontrado por José Manuel Rodríguez en Cobos, en Cangas de Narcea, en Asturias, aunque un problema con la cámara impidió que grabara imágenes.

Con el segundo hubo más suerte. Aterrizó en el pueblo leonés de Garoño, en el jardín de un vecino, después de recorrer 192 kilómetros, batiendo el récord de su predecesor y grabando vistosas imágenes, entre ellas las de León desde el cielo.

El globo vuela con todas las garantías. Lleva helio, que es inocuo, un geolocalizador, una pequeña cámara y una carta. En ella se informa que se trata del globo de A Xesta y se dan unos números de teléfono y una dirección de correo electrónico para que quien lo encuentre se puedan poner en contacto con la agrupación. La ilusión de los vecinos es, precisamente, que alguien lo encuentre. Esperarán un par de días y en el caso de que nadie llame o comunique con el colectivo, localizarán su posición para recogerlo «por que non deixamos nunca nada tirado», explica Rodríguez Jácome.

Lo bonito, apunta, es darle una sorpresa a alguien. El aeróstato lleva un número asignado como objeto volador, cuenta con la autorización para actividades aéreas de carácter civil y para la utilización del espacio aéreo que concede Enaire, dependiente del Ministerio de Fomento. Para el año que viene los vecinos quieren incrementar la decoración del globo y hacerlo más vistoso.