Los ponentes destacaron la necesidad de formar a los docentes
10 jul 2019 . Actualizado a las 21:26 h.La coeducación centró ayer la tercera jornada de los cursos de Igualdade que se desarrollan en Lalín. La abrió la ponencia del palentino Iván Sambade, que buscó ofrecer una visión de la forma en la que la subjetividad masculina ha de relacionarse con el movimiento feminista, partiendo esta de una postura que apoye el movimiento sin que implique que se deba convertir al hombre en el sujeto protagonista, sino que su función ha de fundamentarse en la defensa de las políticas y las reivindicaciones feministas.
Posteriormente analizó los posibles cambios de la subjetividad masculina orientados en torno a dos posibles vías, la primera relacionada con el cambio voluntario, del propio sujeto, y la segunda a través de la implantación de políticas coeducativas orientadas a hacer evolucionar este concepto de subjetividad masculina. Finalmente alabó la consolidación de este evento, y destacó la importancia del mismo, señalando que «lo que verdaderamente importa es que las personas formadas en estos cursos lleguen a las instituciones y puedan implementar programas en favor de la igualdad».
Milena Villar analizó las formas de violencia 2.0. en la segunda charla de la mañana. Apoyada en un estudio de la USC, en el que ella misma participó, ofreció al publico una serie de resultados obtenidos a partir de dicho estudio con el propósito de que los asistentes formulasen sus propias conclusiones.
La investigación, realizada entre adolescentes de diversos institutos de Galicia reveló datos como que prácticamente la totalidad de los encuestados confirman haber publicado imágenes en redes sociales donde se mofan de otros jóvenes por su físico, o reconocen haber escrito críticas homófobas en dichos portales.
Analizó también la percepción de peligro que tienen los adolescentes de las redes sociales, señalando que Facebook es considerada como la más insegura, y YouTube la que menos riesgo implica. Abogó por la necesidad de formar al profesorado en la coeducación, algo obligatorio pero que no siempre se cumple.
«A literatura feminista serve para facer un mundo mellor»
La última conferencia de la jornada fue impartida a las 17.00 por Montse Penas, quien hizo un alegato en pos de la literatura definiendo la lectura como «un elemento social para compartir vivencias». A continuación, dibujó un recorrido por la evolución de la literatura infantil y juvenil en el ámbito gallego, partiendo de un primera etapa que definió como «profundamente machista», hasta los años 80 cuando las denominadas por Penas como «maestras feministas» empezaron a publicar sus obras. Posteriormente entre el 1990 y el 2005 indicó que se produjo una etapa de generalización de los modelos de protagonistas femeninos y una renovación del álbum ilustrado. Finalmente, señaló que desde 2006 hasta la actualidad se está dando «un feminismo que interactúa con outras ideoloxías e co pulo das novas masculinidades», hecho que refuerza el mensaje principal de su ponencia: «a literatura feminista serve para facer un mundo mellor».