La Central Agropecuaria batió el récord anual de facturación, con 512.101 euros, y hubo 1.108 reses

j. b. LALÍN / LA VOZ

DEZA

MIGUEL SOUTO

19 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La ausencia de Central Agropecuaria de Galicia el día 4 por la celebración de la Semana Verde, que también redujo el 11 la subasta a tan solo becerros de recría, motivó un año más que en la siguiente, celebrada ayer, creciese de forma significativa el número de animales y el volumen de negocio. Los tratantes tenían reses pendientes de comercializar y 1.108 llegaron al recinto ferial de Silleda, encontrando 1.026 de ellas un comprador. Se trata de una de las pocas ocasiones en que se superó el millar de ejemplares a subasta en lo que llevamos de año.

Ese incremento de animales vendidos supuso batir el récord de facturación total en lo que llevamos del 2019, hasta los 512.101 euros. La cuantía más alta anterior era de 484.151 euros, del día 15 de enero. También se batieron otras marcas, en concreto en la categoría de vacuno mayor, tanto en asistencia como en transacciones. Entraron la pasada jornada 320 animales, vendiéndose 292, a una media de 934 euros. La cifra más alta anterior también fue el 15 de enero, con 276 a subasta y 257 que encontraron comprador. Las ventas de ayer supusieron un total de 273.010 euros, frente a los 231.745 del citado día de enero.

Becerros de recría

Respecto a las otras secciones, fueron 674 los becerros de recría que se subastaron en Silleda, con 632 vendidos. La media por ejemplar que se abonó se situó en los 241 euros. Se creció en 50 ejemplares frente a los 624 ejemplares de la pasada semana, vendiéndose entonces 586 a una media 3 euros superior, de 244. La facturación supuso un total de 143.019 euros hace siete días, por debajo de los 152.469 de la pasada jornada, es decir, hubo una subida de más de 9.000 euros.

Terneros carniceros

Por último, fueron 114 los terneros carniceros en busca de comprador que llegaron al recinto ferial de Semana Verde, con 102 de ellos vendidos. Las transacciones globales supusieron 86.622 euros, con una media de 849 euros por cada unidad.