El CHUS cerrará en agosto 140 camas, 19 en la primera quincena de julio y 130 en la segunda

Elisa Álvarez González
e. Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

DEZA

PACO RODRÍGUEZ

06 jun 2019 . Actualizado a las 22:06 h.

Casi el 95 % de las camas que conforman el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) permanecerán operativas este verano, ya que se mantendrá la mayor tasa de actividad quirúrgica de los últimos años. La gerencia informó a la Xunta de Persoal la planificación de la actividad estival, una práctica habitual todos los veranos. Y el número de camas inoperativas en los meses de julio, agosto y la primera quincena de septiembre oscilarán entre 19 y 140.

En la primera quincena de julio solo se cerrarán 19, mientras que en la segunda serán 130. Agosto, el mes en el que muchos de los profesionales sanitarios optan por irse de vacaciones y en el que además se reduce la actividad asistencial, el número de recursos inoperativos será de 140, mientras que en la primera quincena de septiembre la cifra vuelve a bajar a 19, más 18 de lactantes en el Hospital Clínico.

A excepción de estas últimas en el Clínico, el cierre de camas afectará básicamente al hospital de Conxo, y el Gil Casares permanecerá con todas operativas. En concreto, en el provincial se dejarán inoperativas habitaciones de las áreas de traumatología, cirugía, urología, oftalmología, UCI o despertares. Camilo Agulleiro, presidente de la Comisión de Centro, asegura que la valoración sindical es la misma que todos los años, «non debe de haber peche de camas mentres haxa listas de agarda». Es más, recuerda que a finales de año los gerentes organizan actividad extraordinaria, las llamadas peonadas, que se pagan a mayores a los profesionales «polo que non ten sentido pagar horas extra cando se pechan camas en verán. Hai que facer outro tipo de xestión», explica Agulleiro. El cierre de camas en los hospitales gallegos es común todos los veranos por tres motivos. El primero, la necesidad de que los profesionales disfruten de sus vacaciones estivales y la imposibilidad de sustituir a algunos profesionales en donde no hay especialistas suficientes, fundamentalmente en las categorías médicas. El segundo por el descenso de la actividad asistencial. Y el tercero por la necesidad de llevar a cabo obras de acondicionamiento de las instalaciones sanitarias.

El CHUS asegura que esta programación se realiza en función de la previsión de la demanda y tras analizar la actividad de veranos anteriores y la disponibilidad de personal. Se mantiene casi el 95 % de las camas, cuando el índice de ocupación de los últimos años fue de apenas un 76 %. Este aumento de los recursos disponibles este verano se debe a que sube la actividad quirúrgica programada en un 6 %. El hospital de Barbanza y el psiquiátrico de Conxo no cerrarán camas.