«Silleda está a converterse en Manhattan, no Manhattan do Deza». La frase la firma Carmela Silva, que ayer se desplazó a visitar obras de la Diputación en el municipio dezano. Todo un piropo al regidor socialista, Manuel Cuíña, autocompartido ya que a esa transformación urbana están contribuyendo las inversiones del órgano provincial. Por ejemplo con casi medio millón de euros para mejorar la seguridad viaria en el entorno del ambulatorio y del centro social.
Pero además de halagos no faltaron pullas de Silva, disparadas a la Xunta. Reclama «un fondo local incondicionado para que todos os concellos poidan ter recursos con criterios obxectivos», insistiendo en la necesidad de transparencia en la concesión de subvenciones públicas. Avanzó que en julio se convocará a los regidores de municipios con menos de 20.000 habitantes para estructurar las políticas a implementar en la provincia en cuanto a la distribución de fondos de la Diputación. Cuíña agradeció por su parte el apoyo recibido, 8 millones en el actual mandato.