Desde PSOE, CxL y BNG se critica su parón con el PP y creen que podrían cambiarlo
01 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.A la espera de lo que pase el día 15 en el acto de posesión del nuevo gobierno en Vila de Cruces, entre las filas de los diferentes partidos hay diversas opiniones sobre la futura Mancomunidade Terras do Deza.. Hay quien cree que, en el caso de que finalmente el PP pierda la mayoría absoluta en el ente supramunicipal, puede ser una oportunidad para los otros partidos de fraguar una alianza que dé sentido y contenido a este organismo. Otros se muestran más escépticos y hay quien no tiene clara la posibilidad de alianzas entre fuerzas, algunas de ellas nuevas en el ruedo.
El actual presidente de la Mancomunidad y alcalde de Rodeiro, Luis López, subrayaba ayer que la cuestión fundamental, lejos de siglas, es el presupuesto y que «se hai fondos pódense levar adiante cousas». Un incremento de fondos que hasta ahora los concellos no estuvieron dispuestos a asumir. El actual presupuesto se va prácticamente en su totalidad al pago de los trabajadores que se encargan del manejo de la maquinaria que rota por los cinco concellos a lo largo del año y el mantenimiento de ese parque móvil, que además va envejeciendo y sumando achaques con el paso del tiempo.
López apunta la ejecución de un proyecto energético «que non supuxo aos concellos un euro máis». Una actuación que se demoró en el tiempo y que a todos los demás les supo a muy poco. Este no es un debate nuevo.
El PSOE es la segunda fuerza con más representación en la Mancomunidad. El alcalde en funciones de Silleda que repetirá en el cargo, Manuel Cuíña, prefiere no pronunciarse al respecto hasta que no se sepa cómo queda la composición del ente provincial. El socialista lalinense Román Santalla, que se estrenará como edil, está convencido de que «se cambia de rumbo» y de color «váiselle dar un aproveitamento doutra maneira» y «daríaselle un cambio substancial, dotándoa de contido favorable aos concellos».
Santalla considera que «pódese facer moito». Cree que, en el caso de que el PP perdiera esa mayoría absoluta en la Mancomunidad, en cuanto se concretará «o primeiro que hai que facer é sentar a falar». La falta de presupuesto cree que se puede subsanar teniendo acceso a subvenciones de otras instituciones.
El alcalde en funciones de Lalín, Rafael Cuíña, apuntaba hace unos días en Radio Voz que consideraba que la Mancomunidad tenía que pegar un giro. Durante los últimos cuatro años, al igual que otros grupos, fueron críticos con una entidad que no veían operativa. Se llegó a instaurar una reunión mensual de alcaldes que finalmente tampoco sirvió para mucho ni sacó adelante ninguna cuestión nueva. Desde hace tiempo, ninguno de sus integrantes políticos cobra por asistencias a plenos, comisiones y reuniones.
Por su parte, el edil nacionalista lalinense, Francisco Vilariño, apuntaba su opinión personal indicando que es la misma que tuvieron siempre y que no variará esté un partido u otro al frente. Cree que el PP hizo un uso partidista de la Mancomunidad, recordó que más de una vez pidieron su disolución y que «non cumpría ningún dos seus fins». Opinan desde el BNG que «se é unha ferramenta útil ao servizo dos concellos» está bien si se quiere apostar por ella. Cree que «non lle foi útil a ninguén».