La concejala de Cultura aclara que esa decisión del gobierno local está desvinculada de las obligaciones del convenio suscrito con la compañía de títeres lalinense
22 may 2019 . Actualizado a las 22:02 h.Las diferencias entre el Concello de Lalín y Viravolta que llevaron a la compañía a anunciar el cierre del Museo Galego da Marioneta las achaca la concejala de Cultura a la decisión del gobierno local de sacar a concurso la gestión del Pazo de Liñares. Para Lara Rodríguez, «parece que foi o detonante da súa decisión de pechar», significando que esa licitación «nada ten que ver coas obrigas recollidas no convenio», que ambas partes suscribieron en el 2014.
Lara Rodríguez explicó ayer que la pretensión del Concello pasa por aprobar «de maneira inmediata» una modificación de créditos por un importe de 35.000 euros, cuantía destinada a esa licitación pública para privatizar la gestión de Liñares que implicaría también un cambio en cuanto a la propia gestión del museo. Recordó además la concejala de Cultura que «xa están sentadas as bases para dotar de entidade xurídica ao Museo Galego da Marioneta e inscribilo no Sistema Galego de Museos (Muga), un requisito legal que garantirá a viabilidade do proxecto e que, entre outras cousas, lle permitiría acceder ás axudas públicas correspondentes para ter plena autonomía».
Respecto a las últimas declaraciones de Viravolta, argumentando el cierre del museo y la retirada de las piezas exhibidas en Liñares por los constantes incumplimientos del Concello, Lara Rodríguez insistió en que el gobierno local «estivo, está e estará aberto ao diálogo ata o derradeiro minuto para tratar de evitar que este espazo peche as súas portas». Además, mostró su máxima confianza en que se solucione esta controversia, «aínda que para iso debe existir boa vontade por parte de todos». Resaltó que esa actitud fue la mantenida en todo momento desde el Concello durante este mandato y que, dijo, «maila o anuncio da compañía, non vai variar».
La concejala de Cultura negó falta de reuniones o contactos con la compañía, afirmando que en estos cuatro años «sempre houbo comunicación con la compañía de títeres, unha comunicación que cristalizou en numerosas reunións nas que se foi informando de maneira puntual a Viravolta dos pasos que se estaban a dar para dotar de entidade xurídica ao museo». Lara Rodríguez afirmó que se trata de «avances que os propios membros da compañía recoñecen e que se non resultan suficientes aínda é debido ás trabas administrativas ás que aluden de maneira reiterada». Achacó a a esos obstáculos burocráticos que por el momento no se concretasen cuestiones demandadas por Viravolta, vinculadas al convenio suscrito en el 2014 con el anterior gobierno local. Recalcó que la propia compañía califica que «non hai por onde coello».
El cierre del Museo Galego da Marioneta supone una significativa reducción en la oferta al visitante que acude al Pazo de Liñares. Supone un atractivo por ejemplo para la llegada de centenares de escolares cada año, además de incluirse como reclamo en algunas paquetes turísticos que ofertan agencias de viajes que promueven visitas al interior de la provincia. Ahora solo resta conocer plazos, ya que Viravolta por el momento no precisó cuándo concluirá la retirada de las piezas expuestas. El fondo bibliográfico, con más de 3.700 volúmenes, es otra pérdida importante para los estudiosos.
Crespo califica lo ocurrido de «enmenda á política cultural»
Desde la oposición también se valoró la decisión reiterada este martes por Viravolta de cerrar el museo. Para el portavoz del PP y candidato a la alcaldía, José Crespo, «é unha pésima nova para Lalín e unha enmenda a moitos aspectos da política cultural do cuatripartito, na que non só Lara Rodríguez ten responsabilidade do acontecido, senón tamén os demáis socios de goberno: CxL, PSOE e BNG». Crespo afirmó que, en caso de lograr apoyos suficientes el 26M para gobernar, se compromete a «non esperar nin á toma de posesión para ir encauzando unha solución», solicitando reunión con Viravolta y pidiendo apoyo desde Cultura con Román Rodríguez.
Cuíña apuntó que «ata o último minuto tentaremos que non suceda»
El alcalde de Lalín, Rafael Cuíña, apuntaba ayer en relación con las declaraciones de Viravolta sobre su marcha de Lñares, abriendo la puerta incluso a una posible ubicación en otro municipio, que «ata o último minuto tentaremos que non suceda». El regidor reconocía el gran trabajo desarrollado por la compañía a lo largo de este tiempo y no daba por cerrado el asunto, ni una posible negociación, defendiendo que las cosas se solucionan hablando y sentándose a una mesa.
Subrayó la figura de Anxo García, con quien -recordó- trabajó «dende moi neno» colaborando con las iniciativas de la Algarabía, y señalando que «sempre o tiven como unha referencia no eido cultural».
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