El nacimiento político de Xosé Cuíña

o. p. LALIN / LA VOZ

DEZA

Cuíña, candidato en 1979 a la alcaldia de Lalín
Cuíña, candidato en 1979 a la alcaldia de Lalín Archivo Bernabé

El 3 de abril se elegían las primeras corporaciones municipales de la democracia, en las que logró la mayoría absoluta en Lalín como independiente. Ocho años después ya presidía la Diputación con AP

02 abr 2019 . Actualizado a las 12:38 h.

Mañana se cumplirán 40 años de las primeras elecciones municipales de la democracia. Aquellas votaciones supusieron un vuelco en la gran mayoría de los municipios gallegos, dejando atrás a alcaldes nombrados por el régimen franquista que dieron paso a los elegidos por los ciudadanos en las urnas. El caso de Lalín fue uno de ellos: un joven de 29 años natural de Prado, Xosé Cuíña Crespo, se alzaba con la alcaldía tras lograr los 11 concejales que le permitían obtener la mayoría absoluta en una corporación con 21 ediles. Lo hizo al frente de la Candidatura Independiente. Fue la base de una fructífera carrera política que había iniciado seis años antes, al ser elegido concejal. «Eu entrei no sistema, pero contra o sistema», recordaría tiempo más tarde.

La llegada de la democracia le situó como regidor al primer intento -como le volvería a suceder a su hijo, Rafael Cuíña, en mayo del 2015-. José Luis Carrón, uno de los hombres a los que introdujo en política en 1979, recordaba que su primera intención fue concurrir a las municipales bajo las siglas de la entonces exitosa UCD. Pero se encontraron con que el partido apostó por otro candidato que militaba ya en la formación centrista. «En 48 horas xuntamos todos os avais para presentar a candidatura. Ao non estar nun partido, todo o financiamos nós», desde la megafonía en sus coches particulares hasta la propaganda. El 4 de abril de 1979, algún dirigente de UCD tuvo tiempo para percatarse del error en la elección de candidato: Xosé Cuíña logró once ediles, por tres de los centristas.

El recuento electoral no era entonces como el actual. Ediles electos en Lalín recuerdan que ellos no conocieron el resultado hasta la mañana siguiente. Una similitud con las próximas elecciones era la proliferación de candidaturas, de tal modo que las mayorías absolutas en los grandes municipios de la provincia fueron más la excepción que la regla. En Pontevedra, la UCD de Rivas Fontán fue la lista más votada con 9 ediles y sería alcalde, seguida por Unidade Galega que logró 6 con Xosé Fortes al frente; en Vigo, Víctor Moro se llevó el mayor número de actas para UCD (9), pero sería el socialista Manuel Soto (8 ediles) el elegido como alcalde; en Vilagarcía, José Recuna (PSOE) fue alcalde tras lograr 7 concejales, siendo la primera fuerza con un centenar de papeletas más que la UCD de José Manuel Redondo Folgar, que alcanzó para los centristas las mismas actas.

Los alcaldes con mayorías absolutas en municipios de primera categoría se concentraban así en el norte provincial: en A Estrada, Jesús Durán Martínez con 12 concejales para UCD, y en Lalín, Xosé Cuíña Crespo con 11 ediles como independiente.

Aquel primer mandato democrático en la corporación de Lalín tuvo en la recuperación de la zona rural uno de sus objetivos. Xosé Cuíña -fallecido en diciembre del 2007- valoraba como uno de los aciertos de su equipo «entender que, por distintas circunstancias, sobre todo de tipo supramunicipal, había un esquecemento do medio rural». Se refería a servicios e infraestructuras que coartaban la iniciativa de los ganaderos. Como un abastecimiento eléctrico mínimo: «En 1979 había sitios onde non había luz eléctrica. Por exemplo en Pardesoa, na parroquia de Maceira, non había potencia eléctrica para poder instalar non xa un centro de frío, senón unha ordeñadora», declaraba Cuíña en diciembre del 2000. Trabajar para corregir esas deficiencias posibilitó un incremento de la producción ganadera.

Todo por hacer

Eran años en que todo estaba por hacer, y una de las primeras tareas en municipios rurales como la capital dezana fue el asfaltado del acceso a núcleos rurales. Camilo González Bodaño, que entró en la política municipal con Xosé Cuíña en 1979 y fue edil hasta 2015, pone cifras: «Ao 70 % das aldeas non entraban os coches. Non había cartos por ningún lado: repartiamos a pedra para os camiños a cestos, non a camións». La especial habilidad del político de Prado para lograr financiación de otras administraciones fue clave para acometer obras en aquel primer mandato. Y también para su fulgurante carrera política.

Xosé Cuiña
Xosé Cuiña MARCOS MÍGUEZ

Cuíña Crespo revalidaría su mayoría absoluta en 1983 y en 1987, ya dentro de AP (siglas que precedieron al actual PP). En 1983 fue elegido diputado provincial y cuatro años más tarde se convertiría en presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra, un cargo que compaginó con la alcaldía de Lalín hasta enero de 1990, cuando renunció a esta para incorporarse a la Xunta de Galicia como titular de la Consellería de Ordenación do Territorio e Obras Públicas en el primer Gobierno autonómico de Manuel Fraga. Permanecería al frente de la poderosa Cotop hasta que la marea negra del Prestige lo apartó de la primera línea de la política autonómica en enero del 2003.

Fue una dilatada trayectoria política que Cuíña Crespo comenzó hace ahora cuarenta años en la corporación de su Lalín natal, siendo el primer alcalde elegido en democracia.