Ana Rosa Martínez: «Huir de Venezuela cuesta dinero, de ahí la precariedad del que llega»

amelia ferreiroa LALÍN / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El colectivo centra su esfuerzo en el asesoramiento y ayuda a los que regresan

20 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Trece años lleva constituida la Asociación Venezolanos del Deza, que preside actualmente Ana Rosa Martínez, y que celebrará próximamente una asamblea encaminada a renovar los cargos directivos de la entidad. Un colectivo creado fundamentalmente para ayudar y asesorar a todos los que regresan a la comarca procedentes de la República Bolivariana, en un éxodo que semeja ser cada vez más constante.

-¿Cuál es la situación de los que vuelven?

-Complicada y difícil. Todo el que puede sale del país. Sin embargo a la gran mayoría les supone un gran desembolso y lograr este objetivo se torna complicado por lo que lamentablemente muchas personas llegan en condiciones precarias. Esa es la realidad. Huir de la pobreza en Venezuela cuesta, y muchos no pueden salir. La inflación de Venezuela hunde en la pobreza a millones de personas día a día. Algunas proyecciones de organismos internacionales apuntan a que en este año 2019 otros dos millones de venezolanos podrían abandonar su país. La situación es crítica y hablo de experiencias vividas con familiares.

-¿Qué aporta pues la asociación dezana a los que regresan?

-Al llegar a un nuevo país, del cual desconoces los trámites para realizar las diferentes gestiones para instalarte y acceder al mercado laboral, lo primero que demandan los venezolanos es información y asesoramiento. Son las áreas fundamentales que tratamos de cubrir trasladando la información que manejamos y que hemos recopilado a través de nuestras propias experiencias a los que llegan. Te puedo decir que recibo llamadas solicitando un poco de todo; desde información y asesoramiento con respecto a los trámites que hay que seguir para obtener la residencia en España, como acceder al mundo laboral, ayudas, subvenciones, la homologación de títulos universitarios que preocupa también mucho además del canjeo de las licencias de conducir, pensiones de los jubilados de Venezuela... Para esta labor ciertamente que desde la asociación nos apoyamos en las oficinas que tiene la Federación de Venezolanos en Galicia. Lo cierto es que desearíamos poder brindar más ayuda en muchos aspectos pero el colectivo carece de los medios económicos necesarios para ello y de un local propio en el que atender a los interesados.

-En ese flujo constante de nuevas llegadas, ¿cuáles son las primeras necesidades?

-En algunos casos específicos lo primero es cubrir necesidades básicas de alimentación, ropa y medicamentos. Estos casos los derivamos directamente a los organismos locales competentes en la materia. Nos encontramos también con necesidad de integración y de adaptación para lo que desarrollamos también actividades socio-culturales que ayudan a que las personas se vayan familiarizando e integrando en la vida cotidiana del pueblo. El clima es bien diferente, las costumbres también...

-Protagonizaron campañas de recogida de medicamentos para Venezuela, ¿tienen previsto repetirlas?

-Con seguridad será necesario implementar más campañas ya que las necesidades son muchas, y si se logra la apertura del canal humanitario esta labor será más fácil de realizar. Esta es una de las peticiones que está haciendo el actual presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaidó, la apertura precisamente del canal humanitario. Venezuela nos necesita a todos en estos momentos cruciales que está viviendo, también a las autoridades españolas para que se manifiesten no reconociendo a este gobierno ilegítimo.

Perfil. Nació en Lalín. Marchó con tres años para Venezuela, en una época en la que la emigración era muy diferente. Regresó en 2003.

Trayectoria profesional. Estudió Administración de Empresas. Trabajó en varias firmas del sector público y privado. Actualmente ejerce como administrativa.

«Contamos con masa asociativa suficiente y caras nuevas para seguir con el colectivo»

Ana Rosa Martínez recuerda perfectamente aquel 29 de junio del 2003, fecha en que aterrizó en Barajas con su esposo e hijos. Su destino Lalín: villa en la que nació y dejó con tres años, y «atrás toda una vida apretujada en unas simples maletas».

-Fue un empezar de nuevo pero lo hicimos por nuestros hijos, para darles las oportunidades que su país no les podía ofrecer. La inseguridad, el clima político ya en aquel entonces se volvía bastante hostil y fue lo que nos empujó a tomar aquella decisión. Queríamos conseguir calidad de vida.

-Pronto comenzó a activarse la asociación, que preside actualmente, pero buscando relevo.

-Así es. El día 26, en Casa Rodríguez a las 21.30 horas, convocamos asamblea general para elegir nueva directiva. Contamos con masa asociativa suficiente y caras nuevas para asumir el cargo y el reto de dar continuidad a la asociación. Personalmente seguirán contando con todo mi apoyo y con la experiencia adquirida que pueda brindarles a quienes se pongan al frente del colectivo.

-¿Qué actividades llevaron a cabo en estos últimos años?

-Con el objetivo de fortalecer los vínculos entre toda la comunidad venezolana e hispano-venezolana de la comarca realizamos actividades de índole sociocultural, otras destinadas a exaltar nuestras costumbres con iniciativas gastronómicas y culturales además de las deportivas, con especial mención para el béisbol. Por la situación en el país hicimos la recogida de medicamentos e insumos hospitalarios, concentraciones, marchas reivindicativas e información a los pensionistas.

-¿Sopesa regresar?

-En los actuales momentos, en absoluto. Al contrario nos ha tocado ayudar y contribuir para traer a familiares para España.