Las temperaturas se suavizaron y la lluvia apenas se dejó ver ayer en el Día de Todos los Santos, una jornada en la que los cementerios de Deza y Tabeirós-Terra de Montes se llenaron de flores y recuerdos. Si ya hace días que los camposantos recibieron visitas puntuales para adecentar panteones, lápidas y nichos, la pasada jornada fueron numerosas las personas que acudieron a homenajear a sus seres queridos difuntos.
Margaritas y crisantemos, el blanco y el amarillo, predominaron en los centros y ramos que las familias llevaron a las tumbas en los cementerios de las comarcas. Las flores naturales coparon el protagonismo en nichos y sepulturas, pero también hay quien opta por las artificiales, que pueden permanecer durante meses sin deteriorarse.
Desde primera hora de la mañana y hasta última de la tarde el goteo fue constante en los camposantos para tributar ese homenaje a los muertos en un día tan especial. La coincidencia con un puente festivo también incrementa cifras, aunque no faltará quien aproveche para ir hasta el próximo domingo.