El robo de un tráiler en depósito merma los recursos de la lucha contra la droga

J.R. VIGO / LA VOZ

DEZA

El vehículo fue decomisado en la operación Tirabuzón, en la que cayeron cinco arousanos

25 nov 2018 . Actualizado a las 23:27 h.

La operación Tirabuzón dejó para el recuerdo uno de los grandes alijos de heroína de la última década. 64 kilos repartidos en 118 paquetes y valorados en 1,7 millones de euros. La mercancía, interceptada en agosto del 2017 en una nave industrial de Caldas de Reis, fue importada en camiones desde Bulgaria por una organización criminal del país del Este en aparente connivencia con cinco arousanos y un portugués. La intervención de los agentes -grupo 2 de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Pontevedra- coincidió con el intercambio del alijos entre los acusados en dicha nave y los paquetes de droga se localizaron en el tráiler de un camión de gran tamaño que pertenecería a los proveedores y tiene matrícula de Bulgaria.

El Juzgado de Instrucción número 1 de Vigo y la Fiscalía Antidroga de Pontevedra acordaron la cesión del vehículo, para subasta, al fondo de bienes decomisados que gestiona el Colegio de Procuradores de A Coruña y la Fundación Galega contra o Narcotráfico. El vehículo, inicialmente, permaneció en la misma nave que sirvió de escenario para el operativo policial. Luego se trasladó a Pontevedra para estacionarlo en la avenida de Compostela, concretamente a la altura del campo de Pasarón, hasta hace unos días que desapareció el tráiler que, además de portear heroína, se dedicaba a transportar mercancías lícitas de punta a punta de Europa.

La Policía Nacional se percató del robo al desplazarse a esta salida de la ciudad para fotografiar el vehículo y completar un informe. La primera conclusión es que los autores eran profesionales y de se valieron de la maña y la fuerza, ya que el tráiler estaba precintado y tenía un sistema antirrobo que, visto lo visto, no sirvió de mucho. Se presupone que la sustracción ocurrió de noche y que los responsables necesitaron, al menos, dos o tres horas para soltar el gran remolque y anclarlo a la cabeza tractora movilizada para llevárselo. Los autores también tuvieron tiempo para desmontar los dos focos delanteros e incluirlos en el botín. La investigación abierta no descarta de momento ninguna posibilidad, incluso que los autores pudieran tener relación con el alijo millonario intervenido.

Los trámites para sacar a subasta el vehículo se demoraron durante los últimos 13 meses por dos razones. La primera fue el paso ralentizado de la burocracia a la hora de formalizar la cesión del vehículo al fondo de bienes; la segunda causa fueron las alegaciones presentadas por las defensas de algunos acusados para oponerse a la subasta, que se mantiene vigente con la venta de la cabeza del camión, que es lo más valioso. La puja está previsto que se realice antes de Navidad.

Los 11 detenidos hace 13 meses siguen en prisión provisional por riesgo alto de fuga

Los cinco vecinos de Arousa, otros tantos de nacionalidad búlgara y un portugués detenidos hace 13 meses, con motivo de la operación Tirabuzón, siguen en prisión provisional desde entonces. El motivo de mantener la medida cautelar durante tanto tiempo se fundamenta en el alto riesgo de fuga que, los acusados, tienen a ojos de la Justicia. La heroína incautada en Caldas iba a ser distribuida desde Galicia al resto de España y Portugal, según concluyen los investigadores del grupo 2 de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Pontevedra, que sitúan el inicio de las pesquisas en el 2016. Fue ahí cuando los agentes detectaron que un grupo criminal hispano-búlgaro estaría intentado introducir en España una importante cantidad de sustancias estupefacientes desde Sudamérica y que, primero, hacían llegar a Bulgaria. Para ello utilizaban las vías de distribución gallegas y transportaban la droga al resto del país y a Portugal.

Los integrantes españoles de la organización, junto al de nacionalidad portuguesa, serían los encargados de recoger la heroína procedente de Europa del Este para entregársela a los vendedores finales. Para ello, según la Policía Nacional, realizaban tareas logísticas como el alquiler de inmuebles para ocultar la sustancia estupefaciente y furgonetas para trasladarla, además de conseguir las herramientas necesarias para la actividad ilegal. La 64 kilos de heroína decomisados en esta operación iban a trasladarse, desde Caldas, en furgoneta a un lugar más seguro fuera de la nave.