Cinco perros atacan a una mujer y le muerden por todo el cuerpo

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

rober amado

Los animales se abalanzaron sobre la octogenaria en una pista y la derribaron

13 ago 2018 . Actualizado a las 19:33 h.

Una mujer de A Estrada de 88 años, María Fraiz Taboada, fue víctima en la mañana de ayer del ataque de cinco perros que le causaron mordeduras en todo el cuerpo.

Según relata José Luis Rivas, vecino de la víctima y testigo de los hechos, sobre las once de la mañana oyó fuertes ladridos y salió a la ventana de su casa en el lugar de Trabadela, en la parroquia estradense de Ribela. Fue entonces cuando vio cómo un grupo de perros -José Luis Rivas no sabe determinar cuántos eran- se abalanzó sobre la mujer, que regresaba andando a casa después de haber asistido a misa.

La anciana había cogido una rama para defenderse de los animales. «Máis que un pau era un garabullo», asegura José Luis. Al ver que los animales la tiraban al suelo, el vecino acudió en su auxilio. «Fun en pixama e todo, que aínda me estaba levantando», cuenta. Cogió el coche para ganar tiempo, ya que el ataque se produjo en una pista situada a cierta distancia de su casa. «Cando cheguei estaba o dono dos cans sacándollos de enriba, pero cando me veu a min marchou el cos cans e non se preocupou máis», cuenta José Luis Rivas. «A muller estaba como un trapo, con feridas na cabeza e en todo o corpo. Dicíame: ‘Se non es ti, mátanme’», cuenta el vecino.

El hombre ayudó a la herida a subir al coche y la llevó a su casa, pero en la vivienda familiar no había nadie. «Tiven que deixala un momento soa para ir buscar o móbil e buscar cobertura para pedir axuda. Porque esa é outra, que aquí en Trabadela non temos cobertura», explica. Finalmente, llegó al lugar una ambulancia del 061. Tras las curas de urgencia realizadas in situ, la anciana fue trasladada al Hospital Clínico de Santiago.

«Tiña mordeduras por todas partes. Ao caer, os cans botáronselle enriba e mordérona toda. Ata lle racharon unha orella», cuenta el vecino. «Eu xa non contaba con salvala. Tivo sorte que non lle foron á gorxa, senón...», considera.

Según explica un portavoz de la familia, una vez en el hospital, los médicos «estuvieron tres horas cosiéndola». Los animales le arrancaron los zapatos y le mordieron en las plantas de los pies, en las pantorrillas, en la espalda y en la cabeza. A última hora de la tarde de ayer, la mujer recibió el alta médica y pudo irse a su casa, aunque las heridas aún precisarán muchos días de tratamiento.

La familia ha anunciado que presentará denuncia contra el propietario de los perros.

Por su parte, Javier Tarrío, otro vecino de la aldea, reconoció ayer que los animales que atacaron a la anciana son suyos. Según precisó, fueron cinco los perros que se abalanzaron sobre la mujer: dos boxer adultos y tres cachorros -uno de boxer y dos cruzados-. La Guardia Civil acudió a la aldea para identificar a los animales e iniciar las investigaciones pertinentes. Según Javier Tarrío, todos los perros están identificados con chip y vacunados correctamente, aunque carecen de seguro «porque no es necesario por no ser de razas potencialmente peligrosas». Tarrío explica que había soltado a los cinco perros «para su paseo diario». Según indica, los animales pudieron sentirse amenazados «al ver a la mujer con un palo» y por eso reaccionaron así.

Los vecinos habían pedido ayuda por sentirse amenazados por los canes 

El ataque canino en A Estrada se enmarca en una pugna que desde hace años enfrenta a los vecinos de la aldea de Trabadela con el propietario de los perros.

Javier Tarrío, que es originario de Vigo, se instaló en la parroquia hace una década, en una casa con finca en la que, según explica, acoge perros rescatados de las perreras. Los vecinos aseguran que los canes están sueltos frecuentemente y que se sienten atemorizados por ellos. De hecho, la asociación de vecinos de la localidad hizo público hace unos meses un escrito hablando de agresiones anteriores y pidiendo que se tomasen medidas para evitar desgracias mayores.

El propietario de los canes, por su parte, se defiende asegurando que todos los vecinos de la zona tienen perros sueltos y que los suyos no son agresivos, pero que «fichan a la gente que anda siempre con palos y le cogen tirria». Reconoce un enfrentamiento en la aldea por este asunto.