Hubo algunos intentos, pero continúa siendo una asignatura pendiente
22 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las tragedias nos sacuden a menudo con sucesos como la virulenta oleada de incendios del año pasado que en un día puso a Galicia en alerta máxima, crecidas, inundaciones, o situaciones como la generada por la reciente explosión de una pirotecnia. Son situaciones que ponen el foco en la seguridad, en la prevención y si las administraciones públicas tienen hechos los deberes.
En Deza y Tabeirós-Terra de Montes ningún concello cuenta con un plan de emergencias aprobado, es decir, que haya pasado por la comisión de la dirección xeral de la Xunta y haya sido aprobado por ella. Hubo intentos, pero ninguno, de momento, se hizo realidad. Continúa siendo una signatura pendiente, aunque sin muchos visos de llegar al aprobado en esta materia.
En la Xunta inciden en que la redacción de los planes por parte de los concellos no es obligatoria. A los concellos les preocupa especialmente la seguridad, pero reconocen que elaborar un plan de emergencia de este calibre supone un ingente y laborioso trabajo.
Disponer de un PEMU, un Plan de Emergencia Municipal, puede que no sea obligatorio pero sí recomendable. Una necesidad que emana de la legislación tanto de carácter estatal como autonómica que recomiendan esta redacción a las entidades locales.
Viene a ser un instrumento de planificación que se plasma en un documento. Su estructura viene ya definitiva por la normativa vigente y tiene un fin preventivo y de autoprotección.
Entre sus objetivos se encuentran organizar las funciones básicas de Protección Civil a nivel local, identificar y analizar los posibles riesgos en ese territorio y determinar las medidas de prevención frente a esos riesgos detectados. Se trata también de establecer un protocolo de coordinación de todos los recursos municipales y de actuación en caso de emergencia, así como coordinar los procedimientos de integración del PEMU en los planes de un ámbito superior. Una trabajo que se completaría con las labores de información y concienciación de la población sobre los riesgos y medidas de autoprotección. Eso supone una análisis uy pormenorizado y de la evaluación de los potenciales riesgos existentes en cada zona, valorando la probabilidad de que ocurran y la gravedad de los daños.
En Galicia solo son 40 los municipios que cuentan con planes de emergencia municipales homologados y que ya pasaron por la correspondiente comisión autonómica.
Una labor que no es fácil. Para su realización en ocasiones los concellos, especialmente en las ciudades, contaron con la ayuda de otros organismos y universidades, como es el caso de Lugo, que para el estudio de los riesgos firmó con convenio con la Universidad de Santiago.