Las autoescuelas meten una marcha más durante el verano

jaime de lorenzo / j. b. LALÍN / LA VOZ

DEZA

Rober Amado

La mayoría de los estudiantes se examinan en julio y agosto

21 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las escuelas de conducción de la comarca de Deza continúan sin sobresaltos la temporada alta de estudiantes que aspiran a convertirse en los conductores del futuro. Atrás quedan ya los coletazos de la huelga de examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) que taponó la administración y dejó grandes pérdidas en el sector, provocó la suspensión de unas 25.000 pruebas en toda Galicia, y que vio como a decenas de candidatos les era imposible concertar una cita para examinarse.

El perfil predominante de la persona que asiste a clase en esta época es claro: joven y de vacaciones. Aunque algunas autoescuelas reconocen que la huelga les afectó en su momento, otras no notaron nada. Josefa, la directora de una de ellas, comenta que, «el 75 % de la caja del año la hacemos ahora, en los meses de julio y agosto». Las clases suelen tener una media de once personas y se realizan uno y hasta dos exámenes por semana, «en Pontevedra van bastante ágiles con los ejercicios, eso ha hecho que los retrasos por la huelga no se noten tanto», afirma.

La demografía sigue siendo la asignatura pendiente de la región, ya que los jóvenes que acaban de cumplir los 18 años son los asistentes más asiduos y cada vez hay menos, al final esto podría acabar repercutiendo en la cuota de negocio de las empresas que verán desiertas sus aulas.

Estas completan su oferta con los cursos para la Certificación de Aptitud Profesional (CAP). Estos cursos no dependen de la DGT, si no de la Xunta y las directivas europeas. Van dirigidos a los conductores que transportan pasajeros o mercancías y deben renovarse cada cinco años. La demanda de estos cursos es distinta a la de los exámenes de conducir generales, por lo que se mantiene estable durante el tiempo y no varía según la estación. «Es útil porque hay leyes que cambian de un año para otro y hay que reciclarse, aunque a veces se hace pesado tener que estar examinándote cada cinco años», comentaba uno de los profesionales del transporte que atendía al curso. Reciben una docena de personas cada mes y medio o dos meses.