Arcodega reclama que se traten los residuos del vertedero de Campomarzo

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

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Cuestiona que la administración concursal considere un activo las instalaciones pese a las denuncias

07 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La Asociación de Recicladores de Construcción y Demolición (Arcodega) recibió estos días un vídeo grabado por dron enviado por un vecino de la zona que denuncia la existencia de plásticos, ruedas, entre otros, en el vertedero de Campomarzo, en la actualidad sin actividad, tras la quiebra de la empresa y el inicio de la fase de liquidación de la misma. Desde Arcodeza explican que se desplazaron hasta la zona y pudieron comprobar la existencia de este tipo de residuos y reclama, una vez más, el tratamiento de estos para evitar que el paso del agua de lluvia por estos materiales genere vertidos «de baja intensidad a los cursos fluviales de regatos afluentes del Toxa».

Se muestran sorprendidos, y cuestionan que la administración concursal incluya el vertedero como activo pese, dicen, a las reiteradas denuncias por presuntas irregularidades que acumula la planta en los últimos años.

El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Pontevedra autorizó el pasado mes de abril la venta de la cantera de Campomarzo y de la planta de residuos. A esta última le estimaba un valor de 540.000 euros y se busca un comprador que ofrezca, al menos el 70 % del valor. Arcodega considera que «la planta de tratamiento de residuos y demolición no existe» y alegan que lo que sí tenía la empresa era una planta móvil de machaqueo que operó en distintos lugares como en las obras de la A-52 en A Gudiña.

Denuncian que no se hayan retirado los elementos contaminantes y que se hubieran llevado a cabo el tirado de escombros sin separar elementos como plásticos, maderas u otros apuntando que la empresa tenía autorización para rellenar el hueco dejado por la extracción de áridos de la cantera con residuos de demolición y construcción. Piden responsabilidades a la Administración autonómica y al Concello al que acusan de haber mirado para otro lado, en la última década.