Un documental desvela la vida secreta de los salmones en aguas del río Ulla

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

miguel souto

El trabajo pretende dar voz a un «rey sin trono» que está recuperando presencia a golpe de repoblaciones

18 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los salmones son una especie con mucho mundo. Nacen en las cabeceras de los ríos, recorren miles de kilómetros para hacer vida en el mar y regresan a sus raíces de adultos para la reproducción. Se ha constatado que los que se ven saltar en el Ulla vienen a veces desde Groenlandia y, alguno del Tea, ha sido geolocalizado en aguas de Terranova.

El salmón es una especie fascinante que se ha ganado el sobrenombre de «rey del río». Pero hoy no es más que «un rey sin trono». Lo cuenta el investigador Manuel E. Garci, que junto a Gonzalo Mucientes está preparando el documental O rei salmón. En el 2012 empezaron a tomar imágenes subacuáticas y hoy tienen material suficiente para empezar a editar un trabajo que quiere dar voz a esta especie que en los 80 a punto estuvo de desaparecer de los ríos gallegos. No será el primer documental que muestre al salmón en las cuencas gallegas -Manuel Pedrosa ya lo hizo- pero ofrecerá imágenes inéditas de ciertos comportamientos y buscará la toma de conciencia sobre la delicada situación de esta especie.

«Queremos poner voz a una especie como el salmón, que es un auténtico rey sin trono, un trono que le hemos arrebatado y que no es más que unos ríos sanos y sin obstáculos insalvables», explica Manuel E. Garci. «Hoy en día la tecnología existente nos permitiría hacer que nuestras cuencas fluviales volviesen a ser un poco lo que fueron, un patrimonio de todos los gallegos», comenta.

Obtener las imágenes no ha sido fácil. Hace falta mucha paciencia y un poco de suerte. «Hubo días que hicimos 300 kilómetros de río en río y volvimos a casa sin un solo segundo rodado», cuenta el investigador.

«En la década de los años 20 en el Miño se pescaban 12.000 salmones al año. Llegó a ser el río salmonero más importante de la península. Entonces los salmones llegaban hasta Lugo», cuenta Garci. Los hubo también en la cuenca del Sil, donde los monjes de San Esteban de Ribas de Sil tenían piscinas como despensa de salmón y otras especies migratorias. Pero eso eran otros tiempos. Con las presas y embalses, aquella fartura pasó a la historia.

Mil ejemplares en retorno

«Hoy a las cuencas salmoneras que quedan en Galicia pueden retornar en total para el desove unos mil ejemplares adultos», explica Garci. Que nadie se imagine grandes bancos de salmones.

La oscuridad de algunos ríos, como el Ulla -el Teo permite mejores imágenes- y la meteorología tampoco ponen fácil la grabación de los salmones. «Este año la sequía nos ayudó. Algo bueno tenía que tener. El desove se produce en invierno. La puesta va más o menos de noviembre a Reyes y este año pudimos trabajar hasta Navidad. Después el río es impracticable para la grabación submarina», dice Garci.

Los investigadores consiguieron imágenes subacuáticas de los ríos Ulla, Eo, Umia, Tea, Lérez y Mouro. Entre las grabaciones hay imágenes espectaculares del momento de la cópula. Además, el material recopilado pone de manifiesto la importancia de las repoblaciones efectuadas en los ríos gallegos en las últimas décadas. En las imágenes pueden verse nadando en libertad tanto ejemplares salvajes de salmón atlántico como otros de repoblación. Los segundos, además de llevar un chip, se distinguen visualmente de los primeros porque se les corta la pequeña aleta adiposa que tienen entre la aleta dorsal y la cola, que carece de función alguna.

Los investigadores han captado imágenes en las que ejemplares salvajes y de repoblación cortejan a la misma hembra o conviven armónicamente en distintas circunstancias.

Con todo el material, Garci y Mucientes aspiran a lanzar este año o el próximo un documental que despierte sensibilidades y que contribuya a devolverle al salmón el trono perdido. O robado, más bien.