Cercio inauguró con música y bendiciones el nuevo local social tras su rehabilitación

R. Ramos Lalín / La Voz

DEZA

Las voces y los sones de las pandereteiras de Cercio animaron la velada en el centro social.
Las voces y los sones de las pandereteiras de Cercio animaron la velada en el centro social. Miguel Souto< / span>

04 oct 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Vecinos y autoridades se dieron cita ayer en el animado acto de inauguración del local social de Cercio celebrado tras la finalización de las obras de rehabilitación llevadas a cabo durante el verano. Los trabajos, por valor de 79.271,67 euros incluyeron la renovación de la cubierta y la creación de un aula musical y multimedia y fueron acometidos por el Concello de Lalín con una ayuda de 50.000 euros de Agader con cargo a los fondos europeos del Plan Leader . El estreno tuvo también como protagonistas la música en unos actos que contaron con los sones de las gaitas y las voces de las pandereteiras de Cercio.

La celebración estuvo organizada por las asociaciones A Carballeira, el grupo de baile del mismo nombre, la asociación Augas As Covas y la de Mulleres en Igualdade. Margarita Carballal García dio las gracias en nombre de los vecinos.

La inauguración contó con la presencia del regidor, José Crespo, el director de Agader, Antonio Crespo, el diputado y teniente alcalde Román Rodríguez, el presidente del GDR Terras do Deza, Luis López y el jefe territorial de Medio Rural, Miguel Pérez Dubois. A ellos se sumaron, entre otros, la edil Paz Pérez, vecina de Cercio junto con otros naturales de la parroquia como Román Santalla o el ex concejal socialista Miguélez. Antonio Crespo destacó el dinamismo cultural y social de la parroquia de Cercio y puso como ejemplo la agrupación A Carballeira «unha das máis antigas de Lalín». En cuanto a la obra señaló que «era unha necesidade para o desenvolvemento social e cultural das xentes xa non só da parroquia, senón tamén dos arredores». Por su parte José Crespo agradecía el dinamismo de la parroquia y señalaba que la obra era una respuesta al trabajo de los vecinos, El nuevo local fue bendecido por el párroco, José Antonio García Otero, tras lo que se descubrió una placa.