La línea eléctrica de Lalín a O Irixo destruirá la Fraga de Casas Vellas

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca LALÍN / LA VOZ

DEZA

rober amado

Manuel Taboada señala que será necesario talar más de 200 castaños

26 sep 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

En las últimas semanas comenzó en Lalín el levantamiento de actas previas de la línea eléctrica de Lalín a O Irixo: ayer era el turno para Casas Vellas, en Catasós. Junto a los técnicos de la empresa y los representantes de la administración, los vecinos esperaban su turno. Entre ellos estaba Manuel Taboada: «Vanse cargar a fraga», decía mientras la tramitación de las actas previas seguía su curso. Inexorable, sin dejarse inmutar por la riqueza natural del paraje. Taboada presentó alegaciones para intentar variar el trazado de la línea, pero sin éxito. La primera, en el año 2008; después, cuando se retomó la línea en el 2012. Intentó además un recurso de reposición ante la Consellería de Industria, pero todavía no conoce la respuesta.

Son intentos para tratar de salvar la Fraga de Casas Vellas, uno de los bosques de ese Lalín primorosamente cuidado en entorno rural, que quedará herido de muerte por el paso de una línea eléctrica que el municipio precisa, pero que cabría preguntarse si a este precio. Taboada da algunas cifras: calcula que el trazado supondrá la tala de más de 200 castaños, en muchos casos centenarios, y en otros árboles que él ayudó a repoblar de joven.

El número se antoja una hipérbole. Taboada no se inmuta por la desconfianza de quien le pregunta, y ofrece otro dato para corroborar la cantidad: «Nunha soa das nosas fincas, na que se levantaron hoxe [por ayer] as actas previas, eran 69 castiñeiros. Esta fraga aínda é máis grande que a de Quintela», conocida como Fraga de Catasós y declarada Monumento Natural por la Xunta. «É unha continuación de aquela. Van facer unha desfeita, por máis que intentamos non vamos dar feito que cambien o trazado».

Entre otras cuestiones, porque aunque en una de las alegaciones que presentó representaba a 62 vecinos, admite que la mayoría de ellos ya cobró por sus terrenos. Señala que el metro cuadrado de afección se sitúa en torno a 1,5 euros, y en otros casos a 0,80. Quienes tengan zona de monte no podrán plantar bajo la línea, pero aquellos con prados podrán seguir usándolo.

Así que a Manuel Taboada, y a quienes intentan resistir con él, poco más les queda que la evocación de aquel Lalín de su infancia «cando se abalaban os castiñeiros, se facía unha ourizada, e ademais das da época se deixaban castañas para Nadal e Reis, e se vendían as pilongas». Más o menos, el proyecto que tiene Crespo para hacer de Lalín un productor de castaña: será con castaños nuevos, porque estos serán talados por el progreso. Al menos, aún hay tiempo para hacer un vídeo bonito, a todo color y en HD, que deje constancia para el futuro de cómo fue la fraga.