Durán Loriga dona un retrato del aviador Loriga en nácar, realizado en Filipinas

La Voz

DEZA

20 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre las numerosas personas que abarrotaron el pazo de Liñares estaba Juan Durán Loriga, sobrino-nieto del aviador Joaquín Loriga, que hizo entrega al alcalde de un recuerdo que le había entregado su tía, Araceli Loriga, cuarta condesa de O Grove: un retrato en nácar del Hijo Ilustre de Lalín, realizado en Filipinas a su llegada como final del raid aéreo Madrid-Manila en 1926.

La inauguración de Liñares sirvió también para el estreno de un nuevo vídeo turístico de Lalín, con numerosas tomas aéreas, y en el que el pazo toma protagonismo, junto a edificios destacados como el nuevo consistorio y el museo Ramón Aller, así como el paseo del Pontiñas o su gastronomía. Un vídeo que se proyectó tanto en el salón noble del pazo, donde los parlamentos se prolongaron durante una hora, en una auténtica prueba de carga para la estructura del pazo; y también en la sala anexa, desde la que se pudo seguir en circuito cerrado de televisión el acto.

Recorrer el pazo fue una gimcana por el elevado número de asistentes que llenaban cada dependencia. Feijoo fue el primero en firmar el Libro de Honor del pazo, bajo la imponente lareira del edificio. Un inmueble en cuya rehabilitación, como señaló con gracia Louzán, parecía establecerse ayer una competición por saber qué administración había aportado más: tras financiar el acceso desde N-525, obras para el centro de cultura castrexa y otras adjudicaciones pendientes, reclamó el segundo puesto para la Diputación, por delante de la propia Xunta.