Los presupuestos del 2014 reservan 6.000 euros para estudiar opciones
07 ene 2014 . Actualizado a las 07:00 h.En los presupuestos municipales del año 2013 el Concello de A Estrada reservaba 6.000 euros para la puesta en valor de la Torre de Guimarei. El monumento -protegido por la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC)- es privado. Su estado de conservación no es bueno. El Concello estradense tiene derecho prioritario de compra sobre la Torre, aunque no sobre el pazo contiguo ni los terrenos que conforman el conjunto. Según explicó el alcalde estradense, José López, el año pasado el gobierno se reunió hasta en tres ocasiones con la familia propietaria del conjunto para estudiar fórmulas para su puesta en valor. López asegura que existe buena voluntad por parte de la familia para colaborar en cualquier iniciativa conjunta que signifique dignificar todas las instalaciones. Sin embargo, ni la familia está interesada en una venta en este momento ni el gobierno local pretende comprar. «Para comprar y para vender ahora es mal momento», explica López. A lo que está abierta la familia de propietarios es al desarrollo de algún proyecto conjugando fondos públicos e iniciativa privada, sin perder la propiedad del conjunto.
El 2013 concluyó sin que los 6.000 euros consignados se invirtiesen y sin que se llegase a fraguar ningún proyecto.
En los presupuestos para el 2014 han vuelto a consignarse otros 6.000 euros para un estudio sobre la puesta en valor de la Torre de Guimarei. Sin embargo, el alcalde estradense ve complejo cualquier avance al respecto. «El Concello no se plantea la compra porque en este momento no puede. De todas formas, aunque pudiera, sería una hipoteca, sería un muerto. Una cosa es el corazón y otra la gestión pública. Hay que buscar la sostenibilidad. No se trata solo de comprar, y ahí no hay forma de gestionar», explica.
Los propietarios son partidarios de buscar fondos europeos para la rehabilitación del conjunto y su puesta en valor, pero López considera difícil encontrar algún proyecto con futuro, que no signifique enterrar los fondos «en un agujero negro». En todo caso, está convencido de que, si surgiese un proyecto interesante, los propietarios colaborarían sin problemas.