El matrimonio Mouriño-Reboredo, ante el tribunal tres años después

Rocío Perez Ramos
Rocío Ramos LALÍN / LA VOZ

DEZA

Este martes comienza el juicio en la Audiencia Provinicial de Pontevedra

24 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La Audiencia Provincial de Pontevedra fijó para este martes, día, 26, a las 10.15 horas de la mañana, el inicio de la vista en la que se juzgará al matrimonio lalinense formado por José Mouriño y Carmen Reboredo. Será tres años y 28 días después de unos hechos que conmocionaron a toda España. Fallecía a golpes la hija del matrimonio y un antiguo trabajador moría asfixiado en el incendio intencionado de la vivienda familia. Al matrimonio se le imputan cuatro presuntos delitos de asesinato, dos de ellos en grado de tentativa.

Acusación

La Fiscalía solicita 58 años de prisión para cada uno. La Fiscalía solicita un total de 116 años de prisión para el matrimonio al que se le imputa el asesinato de su hija y el incendio de su casa en la parroquia de Barcia. Pese a la confesión de Carmen Reboredo, que se declaró autora de todos los hechos, la fiscala considera culpables por igual a los dos. Solicita idénticas penas para ambos por cuatro presuntos delitos: dos de asesinato, por la muerte de su hija, Sonia Mouriño, de 22 años, y la de un antiguo trabajador de la familia,

Amador Vázquez Quinteiro, de 83 años, y dos más de asesinato en grado de tentativa, por la madre y el hermano de Carmen Reboredo, que quedaron en la casa en llamas y fueron rescatados por Protección Civil. Por la muerte de Sonia Mouriño, su única hija, que cuando dormía fue asesinada a golpes con una maza en la cabeza, la fiscala pide una pena de dieciocho años de cárcel para cada uno de sus padres. Solicita dieciséis años de prisión para cada uno por el asesinato de Amador Vázquez Quinteiro, de 89 años, que murió dentro de la casa asfixiado por el humo del incendio. La Fiscalía entiende que la pareja también es autora de dos delitos de tentativa de asesinato de Avelina Erundina Lalín, madre de Carmen Reboredo, y de Manuel Reboredo, hermano de esta última, y solicita para cada uno una pena de 24 años de prisión: doce por cada delito. En sus conclusiones provisionales, el ministerio público añade el agravante de alevosía y de parentesco, salvo en el asesinato de Amador Vázquez y no exige responsabilidad civil.

dEfensa

Absolución para el padre y exención de responsabilidad criminal para la madre. La defensa solicita la absolución de Mouriño y el sobreseimiento de la causa, alegando que «no fue autor ni participó en actividad delictiva alguna». En su escrito los abogados afirman que no hay ninguna prueba de su culpabilidad y sufrió una instrucción «con suma dejadez». Aseguran que Mouriño se despertó viendo la casa en llamas e intentó salvar a los miembros de su familia. Pide además la exención de la responsabilidad criminal de Carmen Reboredo y su internamiento, si es preciso, en un centro apropiado para su trastorno mental argumentando que sufre el síndrome del cuidador quemado. Estas son los apuntes que figuran en el escrito de defensa presentado en su día por letrados de la asesoría viguesa EIA, encargados de la defensa del matrimonio. Hace escasas semanas, la pareja cambiaba de abogados. En el juicio José Mouriño será defendido por José Manuel Lago, del despacho compostelano Martínez-Olivares, mientras que la de Carmen Reboredo es asumida por Eduardo Portas del despacho de Santiago, Calixto-Escariz.

La Vista

Pruebas a practicar y declaraciones a testigos. La fiscal propone para la vista el interrogatorio del matrimonio y que testifique el trabajador de la pareja que alertó del incendio al llegar a la explotación de vacas. A estas solicitudes se suman las declaraciones de varios guardias civiles que intervinieron en la investigación de los hechos, en especial para hablar de la inspección ocular, el incendio y las pruebas de Laboratorio y Criminalística. Declarará también un Guardia Civil especialista de incendios, la forense y un psicólogo clínico, además de ser interrogados ambos acusados. La defensa de Carmen Reboredo -que se confesó autora de la muerte de su hija y del incendio- solicitó en su día como pruebas la aportación de su historial clínico y el dictamen de un perito especializado en el síndrome de cuidador quemado, que sus abogados sostienen que padeció la mujer. A esto se suma la petición de que declaren en el juicio médicos de Atención Primaria que la atendieron y la de un perito. Por parte de la defensa de José Mouriño no había nada solicitado.

Hechos

Un escueto resumen de menos de un folio. Pese a que se trata del enjuiciamiento de dos presuntos delitos de asesinato y otros dos en grado de tentativa y la gravedad de los hechos, llama la atención en el escrito de acusación de la Fiscalía la brevedad con la que se relatan los hechos acaecidos aquel fatídico 29 de octubre del 2010. Una exposición que suma menos de un folio. En él se constata que en la casa familiar residía el matrimonio con su hija, Sonia Mouriño Reboredo, con Avelina Erundina Lalín, madre de Carmen, de 89 años de edad y el hijo de esta última y hermano de Carmen, Manuel Reboredo Lalín el cual sufría síndrome de Down. Estos dos últimos ingresaron en una residencia en Outeiro de Rei y ya fallecieron. En su escrito la Fiscalía hace constar que «sobre las cinco de la madrugada aprovechando que todos dormían, y con la intención de acabar con la vida de su hija, entraron -se refiere al matrimonio- en la habitación de esta y de forma sorpresiva, mientras la misma dormía, la golpearon repetidamente en la cabeza con una maza de hierro». Añade que «los procesados, con total deprecio hacia la vida de sus familiares, provocaron fuego en las distintas habitaciones de la casa». Argumenta que «los acusados colocaron una bombona de butano en la habitación de Amador, al lado de su cama, aprovechando que tenía graves problemas de movilidad y no podía levantarse de la cama sin la ayuda de un tercero, y esparcieron abundantes carozos de maíz por toda la habitación, colocaron otra bombona en el salón de la casa, en la primera planta, y otras tres bombonas en el sótano, donde existía una conducción de gas hacia el interior del inmueble. A continuación esparcieron gasolina por las estancias y provocaron la combustión». Relata asimismo el inicio de la búsqueda del matrimonio por parte de la Guardia Civil entre las 9.00 y las 10.00 y su localización en el interior de la fosa de purín de la explotación a las 14.30 horas.