La comunidad de montes vecinales comunales de la parroquia de Asorei, en Vila de Cruces, mantiene cierto desencuentro entra la dirección y algún socio. Hace unos días la sociedad celebró asamblea de cuentas anuales que fueron respaldadas mayoritariamente aunque parte de los catorce asociados las votaron en contra.
El punto de discrepancia básico se produjo con un asociado que pidió explicaciones por el hecho de que entre todas las facturas aprobadas había dos de algo más de quince mil euros y dieciséis mil euros cuyos trabajos no fueron ejecutados. Se trata de sendos trabajos, facturados en el 2012 por la misma empresa cruceña, que se relacionan como canalización de aguas desde los depósitos nuevos a los depósitos antiguos, en un caso, y acondicionamiento de pista de acceso y contorno de nave de depósitos de agua, en el otro.
El socio que pidió explicaciones no las obtuvo y trató de hacer constar en acta que los trabajos no estaban hechos pero no aceptaron su petición desde la directiva. El asociado desvincula totalmente el hecho de una apropiación indebida del dinero, sitúa el problema en gestión contable y por eso quería explicaciones que no le ofrecen.
El asociado que pide clarificación de las facturas ya había tratado de impugnar en diciembre el acuerdo por el que se aprobaba una de esas facturas, sin llegar a consumarlo. En todo momento descarta cualquier acción judicial y asegura que solo busca explicación de los hechos y que se hagan bien las cosas.
Esta comunidad vecinal de montes en común tiene importantes ingresos anuales al acoger en el Monte Carrio aerogeneradores de energía eólica y una antena de telefonía móvil, en el primer caso desde hace unos diez años.