O Corpiño renace en festivo

o. p. LALÍN / LA VOZ

DEZA

MARCOS MÍGUEZ

El santuario lalinense se llenó en su día grande; los fieles apreciaron las mejoras en los accesos al templo, que renueva entorno y mantiene la fe

25 jun 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

El tráfico era intenso ayer en la carretera que comunica Prado con O Corpiño: mucho más que en la tranquila N-525 de un San Juan festivo, e infinitamente más que en la solitaria AP-53 que discurre bajo la asfaltada carretera provincial. Y es que el vial cruza autopista y trazado del AVE, mientras deja ver a la derecha los aerogeneradores del monte Carrio. Infraestructuras propias del siglo XXI. A la llegada al santuario, también se percibe renovación, desde los nuevos accesos, remozada carballeira y en las escalinatas de acceso, donde la nueva fuente comparte los emblemas de Concello de Lalín y diócesis de Lugo.

Es una nueva imagen de entorno del santuario, pero con la misma fe secular de sus fieles. Ayer, como cada 24 de junio, renovaron sus creencias de nuevo, en una jornada festiva que hizo repuntar el número de romeros. Así lo creía José Rodríguez, de Boiro, que notaba la mejora en los accesos al santuario: «Hai anos viñamos moitas veces, porque tiña unha familiar enferma e estaba ofrecida. Agora hai cinco anos que non estabamos, e non se pode comparar, hai máis xente agora, tamén pode ser polo festivo», explicaba.

Basilisa Vázquez, por su parte, se levantó a las seis de la madrugada para viajar desde Cabana de Bergantiños a O Corpiño: lo hizo en autobús, a diferencia de cuando viajó hace 40 años en taxi, ofrecida a la Virgen: «Eu non conocín nada do que vira daquela». Junto a ella, las hermanas Pura y Carmen Fondo destacan que «estamos moi lonxe, non está moito ao noso alcance. Tamén temos santos de ofreza por alá, o San Adrián de Malpica, a Virxe da Barca de Muxía ou San Fins de Castro, que é moita romería», dicen defendiendo lo propio. Pero acudieron a O Corpiño porque creen que la Virgen es abogosa de todas las enfermedades: «E o que ten mal, aprende a meigo. Viñemos a ver se a Virxe fai algo, que os médicos xa nos deron case de baixa, pero nós aínda andamos e todo», bromean.

Jesús, de Entrecruces (Carballo), cambió el San Juan de su municipio por el de Santa Baia de Losón. Está acostumbrado: a sus 70 años acude puntual ?salvo sus años de emigración? a la romería desde que tenía 7, y fue ofrecido a la Virgen. Recuerda con un punto nostálgico aquellos años de juventud en O Corpiño: «Xa viña de víspera, e teño quedado aquí ao baile aquí toda a noite, ata as tantas da madrugada sen dormir. Daquela era máis divertido que agora, comíase de campo. Agora cómese nun posto, e ás catro da tarde marchamos».

Ayer acudieron cerca de medio centenar de autocares, y gran cantidad de coches particulares. Faltó el obispo de Lugo, pero estuvo el alcalde José Crespo en la misa solemne.