Os Pendellos latieron al calor de la artesanía con marca gallega

Javier Benito
javier benito LALÍN / LA VOZ

DEZA

El volumen de público y ventas augura la continuidad del encuentro

09 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Agolada esconde una joya de su patrimonio que brilla con luz propia cuando cobija otros aderezos. Un ancestral mercado en el corazón de esta localidad dezana, Os Pendellos, que latió con enorme vitalidad desde el pasado viernes con el I Encontro de Artesanía Tradicional e Popular de Galicia. Medio centenar de artesanos representativos de dieciséis oficios tradicionales, desde la forja a la cestería, de la alfarería al curtido, participaron en una iniciativa que cautivó el interés del público. Ayer se ponía el broche final con un concierto de Leilía y con la satisfacción entre los participantes.

Resultaba una incógnita saber cómo iba a funcionar esta iniciativa para revitalizar Os Pendellos como escaparate para la mejor artesanía de Galicia. Agolada tenía ya tradición en la organización de muestras de este tipo, a una escala mucho menor. Y todo salió a pedir de boca a tenor de las declaraciones de los artesanos consultados. Muchos de ellos agotaron existencias e incluso tuvieron que reponer, además de intercambiarse material. Si las ventas fueron buenas, lógicamente también se produjo una importante afluencia de público a pesar de la amenaza de lluvia los tres días, que se materializó de forma esporádica sin que se llegase a suspender la programa paralela a la propia exposición y venta de los productos.

Los participantes se mostraron también encantados de la organización, capitaneada por la Xunta, y con la ubicación del mercado agolense. Muchos desconocían la existencia de Os Pendellos, calificándolo de sitio ideal para este tipo de encuentros y apostando por darle continuidad a la primera edición clausurada ayer.

Durante las tres jornadas se sucedieron las exposiciones así como las degustaciones de productos, desde la miel al queso o las rosquillas. Además, se impartieron talleres entre los que destacó el del prestigioso diseñador Martín Azúa, maravillado con la grandiosidad del mercado agolense. Pero hubo mucho más, como presentación de nuevos proyectos de comercialización de productos artesanos o de libros, uno de ellos en torno a la tejeduría tradicional en Galicia, junto a actuaciones musicales y folclóricas y exposición de instrumentos musicales.

Las demostraciones en vivo de zoqueiras como Elena Ferro o de ceramistas como Susana González cautivaron el interés del público, que además tuvo facilidades para llegar hasta Agolada, con una línea de autobuses específica para conectar con Lalín con servicio cada dos horas.

La relevancia dada por la Xunta a este primer encuentro de artesanos gallegos se puede medir en el despliegue de visitas, como la del presidente autonómico, Núñez Feijoo, que acudía el sábado por la tarde o ayer la conselleira de Medio Rural e do Mar, Rosa Quintana, que estuvo arropada por otros cargos autonómicos, provinciales y locales. Tampoco faltó el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, en la inauguración. No en vano la institución provincial recuperó esta joya arquitectónica a la que se busca insuflar nueva vida con iniciativas como la clausura ayer.