La iglesia de Santo Tomás de Ancorados destapa su románico

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

DEZA

Las obras en la sacristía dejaron al descubierto canecillos antes ocultos

23 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las obras de rehabilitación de la iglesia de Santo Tomás de Ancorados acaban de inaugurarse con sorpresa incluida. Las mejoras en el interior del templo contemplaban la remodelación de la sacristía añadida a la estructura románica. El falso techo de estas dependencias estaba en avanzado estado de deterioro. Las termitas habían hecho mella en la estructura y el techo estaba a punto de desplomarse, por lo que se gestionaron fondos para su sustitución. Al retirar el antiguo quedaron al descubierto varios canecillos románicos labrados en piedra que durante años permanecieron ocultos por el techo de la sacristía, construido a menor altura. La nueva techumbre de madera se ha elevado, dejando al descubierto las esculturas románicas. La sacristía se ha dotado además de suministro de agua.

En el interior del templo se han pintado también la tribuna y la bóveda de cemento construidas en los años 70, se arregló la bóveda del presbiterio y se mejoró la iluminación eléctrica.

En el exterior se consolidaron y repararon los muros y se mejoró la cubierta, con retejado nuevo y aislamientos con plomo entre el tejado y los paramentos verticales. Las grietas del muro lateral sur fueron selladas, se retiró la maleza que cubría las paredes exteriores y la cubierta del edificio y se renovó el sistema exterior de drenaje para evitar las filtraciones de humedad. Además, se mejoró la balconada de acceso a la espadaña del templo.

Licencia complicada

Las obras fueron presentadas ayer por el sacerdote estradense José Antonio Ortigueira al alcalde, José López, y los vecinos de la parroquia. El coste de la rehabilitación fue de 50.000 euros. El proyecto fue financiado por Caja Madrid (ahora integrada en Bankia) y ejecutado por la empresa especializada Reni.

La licencia se había solicitado en junio del año 2009, pero los sucesivos requerimientos de documentación y los informes necesarios de otras instancias retrasaron la concesión hasta el pasado mes de septiembre.

La parroquia llegó a temer que el proceso de fusión en el que se vio envuelta la Caja afectase a sus fondos destinados a obra social o que los plazos venciesen sin ejecutar la obra. Ortigueira agradeció ayer a López el apoyo en la tramitación de la licencia, que finalmente permitió iniciar los trabajos en el mes de noviembre.