Alberto Otero reina bajo la lluvia

Lorena García Calvo
lorena garcía calvo LALÍN / LA VOZ

DEZA

El mal tiempo anuló las quinielas y dio más protagonismo a pilotos como Silva y Carracedo

18 mar 2012 . Actualizado a las 07:01 h.

Bajo la locura de la lluvia, Alberto Otero fue el más rápido. El Rali do Cocido coronó anoche al piloto de la Escudería Lalín-Deza como primer ganador del Campeonato Galego tras una jornada cargada de sorpresas y que comenzaba con la retirada de Alberto Meira. El vigués no tomaba la salida al detectar en el tramo espectáculo del viernes problemas con su motor. Durante toda la noche sus mecánicos intentaron solventar el exceso de compresión que impedía que el motor refrigerase adecuadamente, pero no funcionó. Meira y su copiloto, Álvaro Bañobre, decidían no arriesgar y reducían todavía más la lista de favoritos a la victoria.

El primer tramo de la mañana sirvió para desquiciar la carrera. Bajo una lluvia intensísima, Luis Vilariño sufría una salida de vía que le ponía en el casillero de abandonos, mientras Álvaro Muñiz se atascaba sobre mojado con su Lotus Exige, un coche difícilmente conducible sobre agua. En medio de ese vacío de poder, Félix Pazos (Citroën Saxo Kit Car) marcaba el primer scrach seguido por el incombustible Javier Martínez Carracedo (Renault 5 GT Turbo) y por el melidense Alberto Otero (Mitsubishi EVO IX).

La primera pasada a O Couto estaba siendo muy complicada. La lluvia añadía peligrosidad a todo el tramo, y como muestra el peligroso accidente que Jorge Pérez sufrió. Chocó primero contra un poste de cantería y rebotó contra un poste de la luz que rompió. El piloto y su navegante, Alejo Souto, eran trasladados a Santiago, pero las consecuencias del aparatoso accidente parece que se han quedado en una vértebra rota. El choque eso sí, obligó a neutralizar el tramo.

Rodeiro da las pistas

El tramo de Rodeiro arrancó con un considerable retraso. Una ambulancia tuvo que asistir a una joven que se encontraba mal entre el público, retrasando toda la carrera. Más allá de eso, el sector fue un poco más asequible que O Couto y dio las primeras pistas. David González marcaba el scrach, pero Otero, que hacía segundo, se encaramaba a la primera plaza de la general con Carracedo y Pablo Silva siguiéndole los pasos.

Brántega confirmó las sospechas y sirvió para que González marcase otro scrach pero Otero ampliase su ventaja, una dinámica que ya no abandonaría en el resto de la jornada, puesto que el piloto de Melide y su navegante Laura Sanemeterio se dedicaron a ampliar su rédito con sus perseguidores pasada tras pasada. El tramo agolense sufrió una neutralización a causa de otro accidente, aunque más de la mitad de los pilotos habían podido tomar la salida. Al cierre de la mañana Otero ya aventajaba en cerca de un minuto a un Carracedo que a pesar de competir con un coche mucho menor, aguantaba el tirón y se llevaba el aplauso del público allá por donde pasaba.

Con la tarde llegó el sol, pero acompañado de granizo y lluvia, y sin cambios al frente de la carrera. El piloto de Lalín-Deza firmaba una carrera perfecta y las dudas ya solo afectaban al resto del podio, puesto que Pablo Silva ganaba segundos a un Carracedo que sacaba los mejores tiempos a su coche bajo una lluvia, que ahora era intermitente.

Los tramos definitivos

Los últimos tramos de la tarde sirvieron para confirmar a Otero en la victoria, a Silva en el segundo cajón y para que Muñiz, en el último sector, arrebatase a Carracedo la tercera plaza. Con la victoria de Alberto Otero, que firmó una carrera inteligente, arriesgando lo necesario, se ponía punto y final a un rali cuya exigencia se vio en la meta. De los 110 participantes que tomaron la salida, finalizaron el rali 72. Eso sí, este año, y a pesar del mal tiempo, solo hubo que lamentar dos neutralizaciones de tramos.

Tras subir al podio, Otero se mostraba pletórico. «Estou moi contento, foi un rali moi complicado pero o coche funcionou á perfección e non cometemos erros». Recordó que la retirada de Vilariño y Meira había despejado el camino para su victoria, y añadió que el triunfo le da ánimos para continuar.

En cuanto a público, la lluvia redujo ligeramente la presencia de espectadores, pero aún así fueron muchos miles los aficionados que peregrinaron hasta la comarca dezana. Desde Lalín-Deza se mostraron satisfechos por la colocación de los aficionados.

Varios miles de aficionados se apostaron en las carreteras a pesar de los chaparrones