Hizo el mejor tiempo en el tramo espectáculo, donde Meira fue segundo
17 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Álvaro Muñiz, con su Lotus Exige Rallye, voló sobre el asfalto de Lalín de Arriba. Empleó 1 minuto 22 segundos en recorrer los 1,7 kilómetros del tramo espectáculo y dejó con la boca abierta a más de un espectador. Arranca el Rali do Cocido pisando fuerte y demostrando que saldrá a por todas, aunque los cinco tramos de hoy tendrán la última palabra. Tras Muñiz, el mejor tiempo de la noche fue para uno de los favoritos, Alberto Meira, que necesitó 1.24, y tras el que se situó Luis Vilariño con 1.26. Pablo Silva fue cuarto con 1.27 y Alberto Otero quinto con 1.27.
Unas 3.500 personas, según estimaciones de la organización, se apostaron en las aceras y taludes de Lalín de Arriba para ver el arranque oficial del a temporada gallega de asfalto. Pasadas las nueve de la noche comenzó una procesión de coches en orden descendente respecto a la salida de hoy que sirvió como aperitivo de la jornada grande del Rali do Cocido.
Entre los aficionados había gente de todas las edades y procedentes de diversos puntos de la comunidad. Hay quién peregrina por Galicia siguiendo el Galego, y ayer era una data marcada en el calendario. Sobre el asfalto se vio un poco de todo. Había pilotos que preferían no arriesgar de ninguna manera y que simplemente superaban el tramo para cubrir el expediente pensando en todo lo que les queda hoy por delante. Otros, sin embargo, aprovechaban la aglomeración de público para demostrar las dotes al volante, atreviéndose incluso a saludar con las manos fuera de la ventanilla en plena curva. La respuesta del público no dejaba lugar a dudas. Ovación cerrada.
Y es que tras tanto tiempo sin competición, los espectadores agradecieron espectáculo. Cada trompo, acelerón o derrape de alguno de los participantes tenía respuesta en un aplauso y en gritos de los aficionados.
Los que no estaban para trompos ni errores eran los pilotos que buscaban tiempos, como el ganador Muñiz, Meira o Vilariño. Los aspirantes a hacer un buen papel en el rali fueron a lo suyo. Sabían que el sector de ayer era de los que no ganan carreras, pero sí pueden hacer que las pierdan. Arriesgaron lo justo, y hoy irán a por todas.