La administración número 2 de Lalín apuraba ayer también las ventas para el sorteo navideño de mañana. Asegura que la compra media es de 60 u 80 euros por persona. «Aumentou incluso a participación, non sei se será porque aumentaron tamén o premio. Canto máis grande é o premio, e vese por exemplo no Euromillón, máis se xoga», explicaba Santiago Fernández Albor.
En su administración, explica, ya agotaron varios números, como el 927. El 64.444 también cosechó un gran éxito. «A xente ten superstición de que tocan os números raros», manifestó Santiago. Eso sí, al igual que el resto de loteros de las comarcas de Deza y Tabeirós, apuntan a que el 13 -tuvieron uno que empezaba por esa cifra que ya agotaron- o las terminaciones en 11, en 5 ó 7 fueron las más demandadas.
En esta administración de lotería lalinense, que abrió sus puertas en el año 98, tienen numerosa demanda de números desde otros puntos de España. «De Andalucía chaman moito, de Barcelona, Canarias, A Rioxa... A xente busca números concretos con datas sinaladas», explicó Santiago. Así, por ejemplo, el 86.605 lo vendieron íntegramente desde esta administración.
Lo que sí que han notado es una forma diferente de repartir la suerte en algunos de los clientes. Ahora, ha crecido el número de jugadores que reparte el décimo que adquiere en participaciones, con lo que piden los boletos en la administración para llevarlo a cabo.
El gordo frente a la crisis
Desde la administración número 2 lalinense aseguran que en la actual situación económica, «sería una alegría que tocara na zona o premio gordo». Así, ya ni se atreven a hacer las cuentas de la lluvia de millones que supondría que el gordo finalmente tocase en uno de los números que se venden al completo. «Son 180 billetes en cada número, o que supón 1.800 décimos e iso despois habería aínda que multiplicalo por 400.000 euros. Tiña que tocar, era imprescindible que tocara algo», indicaron ayer.