El Plan xeral de ordenación municipal de A Estrada (PXOM) recibió ayer otro duro golpe por parte de la Xunta que retrasará su aprobación varios meses más. El alcalde estradense, José Antonio Dono, y la edil responsable de Urbanismo, Irene Aguiar, mantuvieron ayer una entrevista con la responsable de la Secretaría xeral de Urbanismo de la Consellería de medio ambiente, territorio e infraestructuras, Encarnación Rivas. El gobierno local intenta dar solo pasos sobre seguro para dejar a la Xunta sin argumentos para rechazar la aprobación definitiva del PXOM estradense. Sin embargo, ello implica muchas veces ralentizar el proceso.
La reunión mantenida ayer no pudo ser más desesperanzadora para el gobierno local. La reformada Lei do Solo que acaba de entrar en vigor hace unas semanas dibuja un nuevo escenario urbanístico que afecta directamente a los planeamientos locales. Los concellos que ya los tienen aprobados tendrán que reformarlos a posteriori y, los que los diseñen de nuevo, aplicar directamente la nueva normativa. A Estrada está en el limbo. Su PXOM lleva gestándose más de veinte años y está a un paso de la aprobación final.
El gobierno local entiende que una de las disposiciones transitorias de la nueva ley abre la puerta a los planes en proceso de elaboración para que continúen su curso e incorporen los cambios a posteriori . Esto era lo que pretendía hacer el Concello estradense. Sin embargo, en la reunión de ayer la Secretaría xeral de Urbanismo anuló esta posibilidad. La Xunta considera que A Estrada debe reformar ahora su plan para adaptarlo a la Lei do Solo. Urbanismo se mostró ayer tajante en este sentido y advirtió que no aprobará el plan estradense si no está adaptado a la nueva ley. La Xunta es, al fin y al cabo, la que tiene en su mano la aprobación definitiva del PXOM, así que el Concello ha decidido no discutir posibles interpretaciones de la ley y ponerse manos a la obra. Fuentes del gobierno afirmaron ayer que «o obxectivo de aprobar o plan debe estar por encima de calquera outra consideración, xa que do contrario se perxudicaría ós veciños». «Se por unha banda se considera que existe soporte legal para a continuidade na tramitación do plan, tamén se é consciente de que existe un criterio decidido claramente pola Xunta e que esa decisión vai resultar inamovible», señalan.
La adaptación a la reformada Lei do Solo no implica necesariamente menos restricciones en la zona rural, ya que los límites de edificabilidad máxima para el municipio se mantienen y ya están muy ajustados.