«La pepona más antigüa es francesa, de trapo y del 1800»

Amelia Ferreiroa

DEZA

Mercedes atesora en su casa dos mil muñecas que cuida con esmero y a las que, reconoce, les informa sobre las visitas

15 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La pasión de la diseñadora Mercedes Fuentes Silva por las muñecas viene de años atrás. La primera, la adquirió cuando tenía 18 años.

-Recuerdo perfectamente el día en que la compré. Fue en Pontevedra. Por Reyes, mi padre me había dado dinero para comprarme ropa pero en un escaparate, en Pontevedra, había visto una muñeca hermosa. Era una Jumeau francesa, de unos cuarenta centímetros, que guardo con mucho cariño. Desde la adquisición de esa primera muñeca no cesé. Actualmente tengo unas dos mil muñecas, desde miniaturas a peponas de unos 80 centímetros o un metro.

-¿La pieza más valiosa de su colección cual es?

-Para mí todas son valiosas, todas ellas tienen su historia pero la pepona más antigüa que poseo es francesa, de trapo y del 1800. Con treinta años compré mi primera Mariquita Pérez. Era de una edición de solamente tres ejemplares; una la tengo yo y otra -igual que la mía- la posee Lina Mórgan. Su valor es incalculable. Actualmente tengo unas catorce además de una precursora de la famosa Barbie, una Bild Lili de los años 50; una Horsman Doll Baby Dimples 1928 original, una American Girl Samantha, Effanbee Boby Dainti Doll o una Antique Ideal Shirlei Temple.

-En su colección hay ejemplares procedentes de distintos países...

-Tengo muñecas españolas, de las más hermosas, francesas, alemanas... La última que adquirí, y que todavía no recibí, procede de Alemania. La compré por internet en Estados Unidos, en una subasta. Es de 1720, está sin restaurar, y salió a subasta en 24.000 euros.

-¿También realiza trabajos de restauración?

-Si son pequeños detalles me encargo de ellos, pero normalmente me centro más en la ropa. Busco información sobre la ropa con la que la pepona salió al mercado, visito museos, rastros y confecciono la prenda que está en mal estado.

-¿Requieren de un cuidado especial?

-Siempre una misma temperatura, de veinte grados, para una óptima conservación. Lo mismo para los juguetes y las máquinas de coser en miniatura -que funcionan- y que forman parte de mi colección.