La amenaza de las mascotas de talla XL

M. Garabantes

DEZA

20 may 2009 . Actualizado a las 02:29 h.

Los alumnos de los colegios de Codeseda y Oca aprendieron ayer una importante lección de medio ambiente. Lo hicieron de la mano del agente medioambiental de la Xunta Santiago Neira Gómez, que les explicó los peligros de las mascotas domésticas abandonadas a su suerte en el medio natural. Para ejemplificar el problema, el agente llevó a los centros una tortuga de Florida de 25 centímetros de longitud. En su día fue una de esas tortugas verdes de apenas cinco centímetros que suelen regalarse a los niños en un terrario con piscina y palmera de plástico. Lo que muchos compradores ignoran es que el animal crece hasta dimensiones respetables. Cuando su tamaño empieza a hacerse incómodo, muchos optan por soltar el animal en el río para que se busque la vida. En libertad, el animal crece todavía más rápido debido a los cambios en la alimentación y a la libertad de movimiento. Al tratarse de un animal exótico, la tortuga de Florida desequilibra el hábitat natural atacando a las especies autóctonas. Carpas rojas, iguanas, pitones y cangrejos en los ríos gallegos. Si el abandono de tortugas es muy habitual, cada vez es más frecuente también el de pitones que se compran pequeñas y luego pueden alcanzar más de un metro, el de iguanas y el de carpas y carpines rojos. Las carpas, además, se reproducen mucho y se adaptan bien a aguas de calidad mediocre, con lo que llegan a convertirse en una especie invasora. Lo mismo sucede con el cangrejo americano, que en el embalse de Cecebre ha adquirido proporciones de plaga. Santiago Neira hizo ver a los escolares el peligro que supone la puesta en libertad de estos animales y los invitó a reflexionar antes de adquirir una mascota. Si están dispuestos a cuidarla pero su tamaño alcanza proporciones poco convenientes para el espacio doméstico, lo responsable es devolverla al establecimiento en el que fue adquirida.

El agente Santiago Neira enseñó además a los estudiantes dos aves rapaces, una nocturna -un cárabo- y otra diurna -un ratonero común-. Estas aves tienen injusta fama de agresivas y es habitual encontrarlas heridas por disparos de cazadores poco documentados o poco sensibles. Cuando se localiza un ave herida se traslada al centro medioambiental de Cotorredondo para su recuperación. Una vez sana, se le coloca una anilla y se devuelve a su hábitat. Ayer los alumnos de Codeseda y de Oca tuvieron la oportunidad de observar de cerca dos de estos ratonero comunes. Los bautizaron con los nombres de Anillas (el de Codeseda) y Oca (el de Oca) y, cuando fueron puestos en libertad, los persiguieron un rato a la carrera hasta despedirlos definitivamente.

Y no dejamos el medio natural, porque desde ayer y hasta el domingo se podrá visitar una exposición con esta temática en la Casa da Xuventude de Silleda. A través de 22 paneles informativos podemos conocer la relevancia de los espacios naturales gallegos para la conservación de la biodiversidad. Los escolares son los principales destinatarios de esta muestra inaugurada por la asistencia de la alcaldesa, Paula Fernández, y alumnos del colegio María Inmaculada.

Concluimos en un paraje natural de relevancia, como la carballeira do Rodo. Allí disfrutaron ayer una jornada especial los participantes en el programa Preescolar na casa de Lalín para disfrutar de juegos y una comida campestre.