Oca se volcó hace casi 50 años con la grabación de una película de Barden

Sánchez C.

DEZA

09 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Como todos los años cuando se acerca el invierno, en pocos días saldrá a la calle un nuevo número de la publicación A Estrada Miscelánea Histórica e Cultural , que edita el Museo Estradense. Los lectores encontrarán en una de sus páginas fotografías de hombres a caballo, en carrozas y vestidos de época o de soldados. Las fotos tienen casi cincuenta años de historia y pertenecen a vecinos de la parroquia de Oca y entorno que, en 1959, participaron como extras en una película de J. Antonio Barden, el tío del oscarizado Javier.

El director contó con Paco Rabal, Fernando Rey y Aurora Bautista para rodar una película, titulada Sonatas , basada en una de las cuatro sonatas de Valle Inclán, la de otoño. En la primavera de aquel año llegó un amplio equipo de grabación a Oca. Iban a realizar en el interior del pazo y en los jardines buena parte de las tomas de la primera parte del filme.

Bradomín, enamorado

La historia se centraba en el marqués de Bradomín, que se enamora de una chica -que vivía en el pazo- y acaba secuestrándola. Ella muere, y él acaba marchándose a México, pero el resto de la historia ya se grabó en A Lanzada y en el país centroamericano. Decenas de vecinos de Oca participaron como extras o colaboraron en algún momento. Teresa Ruibal, que vivía ya entonces -como ahora- en una casa muy próxima al pazo, recuerda con precisión muchos detalles y anécdotas de aquellos días. Paco Rabal acudió con su mujer y su hija Teresa, y Barden con un hijo y su hermana Pilar.

El director se rompió un brazo bajando un día desde los jardines hacia los establos. La grabación en el pazo duró dos meses. Al acabar, muchos vecinos quisieron fotografiarse encima del caballo blanco de Paco Rabal, en la carroza de la huida o con vestimentas de la película. El Museo logró esos negativos con la donación de los negativos de Celestino Fuentes, fotógrafo profesional que estuvo siempre cerca de la grabación.

En el verano siguiente, buena parte del vecindario de Oca y extras acabaron desplazándose en autobús hasta Bandeira para ver la película en un cine.

Teresa Ruibal recuerda que cuando ella era muy niña en el pazo ya se grabaron algunas imágenes de La casa de la Troya. Sobre los días en que se filmó Sonatas , recuerda que muchos se emocionaron con la huida de los dos protagonistas en las escenas nocturnas del secuestro fingido, saliendo del pazo por la noche, en una carroza y con una iluminación muy especial.

Otra cosa que le impactó, negativamente, fueron las escenas de unos ahorcados en los jardines. Eran los malos, y se mezclaban en la grabación personajes con las lenguas muy fuera de la boca y con unos ahorcados de cartón. Los artistas y técnicos solían comer en una taberna junto al pazo, pero se marchaban a Santiago al acabar las grabaciones o para dormir.