Luis Fernández Somoza y El Niño sellan la paz en Jerez

JOSÉ MARÍA GUIMARAENS A CORUÑA

DEPORTES

GOLF Tras la tempestad, llega la calma. El empresario coruñés Luis Fernández Somoza, presidente de Transportes Azkar, y el golfista Sergio García sellaron ayer la paz en el propio campo de Montecastillo, en Jerez de la Frontera. Cuenta Fran Guerrero, enviado especial de la agencia Colpisa, que Fernández Somoza y El Niño se dieron la mano en la salida del hoyo 1, instantes antes de que el profesional iniciara su partido con el inglés Nick Faldo.

03 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.

Sergio García resumió el acto de esta manera: «Él me dijo que lo sentía de corazón y yo le he dicho que también. Los dos hemos dado el incidente por olvidado y aquí no ha pasado nada». Dolido con la situación Por su parte, Luis Fernández Somoza comentó a los informadores _señala Guerrero_ que estaba bastante dolido con la situación y expresó su creencia de que «los dos perdimos un poco los nervios». Los hechos que desencadenaron el enfrentamiento ocurrieron durante el Pro-Am del miércoles, en el que Sergio García formó equipo con Fernández Somoza, José Aguilera y Salvador Moll. Todo empezó cuando Somoza le pidió consejo a Sergio García. Quería saber la distancia desde su bola hasta la bandera. El empresario creía que eran 150 metros, pero el castellonense le dijo que eran 115. Fernández Somoza se quedó corto en su golpe y le dijo al de Castellón: «Espero que mañana calcules mejor las distancias». «¡No haberme preguntado!», le replicó El Niño. Problema zanjado A partir de ahí, la situación se enrareció. Ayer, una vez firmada la paz entre ambos, y a requerimiento de algunos medios de comunicación, Sergio García confesó haber dicho «no vengo aquí para jugar con gilipollas». Fue entonces, en aquel momento, cuando Luis Fernández _según explicaron unos cámaras de televisión allí presentes_ no pudo reprimir esta frase: «!A que te suelto un guantazo¡». Sergio García insistió en que todo ha quedado en agua de borrajas y no ocultó su satisfacción por haber zanjado un problema con el que nunca hasta ahora había tenido que enfrentarse durante un Pro-Am.