Los resultados de la jornada meten al Dépor en un gran pelotón de cola antes de recibir a la Real
10 nov 2014 . Actualizado a las 19:14 h.Con levantar un poco la cabeza basta para ver el vaso medio lleno. Ahí a un par de puntos está el tumulto formado por Espanyol, Athletic y Rayo. Dos aspirantes a más y la reincidente sensación de la temporada que abren la zona tibia de la tabla. Todos a tiro de victoria de un Dépor que ha gozado de poca paz en el arranque de curso pero que ha logrado mantenerse a rueda, ayudado por la lentitud del pelotón.
Si se echa la vista a un lado, el panorama se oscurece y el vaso se vacía. La última jornada, que arrancaban los de Víctor Fernández con un empate sudado en casa del colista, ha servido para apretar aún más las cosas por abajo. Levante, Elche, Granada y Athletic rascaron un punto como visitantes, el mismo premio que obtuvo en casa el Espanyol y cerca estuvo de cazar el Almería, que acabó humillando ante el Barça. Los andaluces y el equipo de Paco Jémez fueron los grandes damnificados de un fin de semana de rebelión entre los pobres con la Real en el papel de Zapata.
Los próximos visitantes de Riazor dieron ayer por la noche caza a su anfitrión en un encuentro que les sirvió además para lucir palmito. El descabezado conjunto vasco, a expensas todavía de encontrar relevo a Arrasate, tumbó al Atlético de Madrid por la vía de la remontada. En el proceso de resurrección sobresalió Carlos Vela, alma en pena durante nueve de las diez jornadas previas. Y también un Aguirretxe al que desde su club se empeñan en poner en entredicho campaña tras campaña.
Los donostiarras, por delante
La crisis de los de Anoeta, que solo habían vencido al Real Madrid esta temporada (también entonces empezaron perdiendo), permitía soñar con que una victoria deportivista dentro de trece días permitiera abrir brecha con el penúltimo. Ilusión borrada a las 23 horas del domingo, cuando la Real adelantó a los de Víctor Fernández en la tabla gracias a su mejor diferencia de goles.
Se van así al parón los coruñeses con los mismos puntos que el segundo por la cola, aunque pueden hallar consuelo en que peor estaban en la anterior interrupción liguera. Entonces el bálsamo lo puso la revancha contra el Valencia, adversario del día del penúltimo descenso. El último lo propició un tanto donostiarra que también clama venganza. Coincidencia para el consuelo en estos largos días sin fútbol.