Vinicius y una noche de caza mayor

Iván Antelo REDACCIÓN
Rodrigo Jiménez | EFE

El Madrid invernó en la cueva y esperó a que pasase el frío para capturar a su presa, pero no remató la faena y la bestia del City sale viva del Bernabéu

09 may 2023 . Actualizado a las 23:59 h.

Cuando el partido dibujaba el minuto 23, el marcador de posesión de balón expresaba unos números de escándalo. 28% a 72%. El City movía de lado a lado al Madrid, casi siempre en las cercanías del área blanca, e inquietaba a Courtois con disparos y múltiples aproximaciones. El equipo de Ancelotti no era capaz de salir. Solo Rodrygo había intentado algún ligero escarceo, pero la precipitación le podía y el esférico apenas duraba en los pies de los madridistas. Walker y Bernardo Silva, con la complicidad de De Bruyne, sometían a un Camavinga, demasiado solo en su lateral, mientras Modric corría detrás de un artefacto redondo del que no tenía muchas noticias. El croata no sabía ni de qué color era. Si uno se olvidaba de que el equipo sometido era el Madrid, y la competición era la Champions, cualquiera pronosticaría una goleada visitante.

«Para mí, el fútbol es atacar y defender, al menos hasta que se cambien las reglas del juego», explicaba Carletto hace unas semanas. Al italiano no le importó repetir el planteamiento de hace un año y se dejó envolver por el aparente control del equipo de Guardiola, que, por momentos, volvió a pecar de excesivo conformismo con la posesión y de falta de mala leche. El Madrid se metió en la cueva, invernó, esperó a que pasase el frío y, cuando vio que salía el sol, se fue de caza.

Ya había visado una vez antes de capturar su presa. En una galopada de Vinicius frenada por Rubén Días, cuando Benzema se encontraba en boca de gol. Fue el lance que recordó a los de Mánchester que enfrente tenía al campeón. Y desde ese momento comenzaron a cometer errores en la salida de balón, castigados con impulsos de voracidad blanca. El gol llegó a diez minutos del descanso, tras una pared entre los dos jugadores que más habían sufrido hasta ese momento: Camavinga y Modric. Vinicius hizo el resto y marcó en el único disparo a puerta de los locales en el primer período.

Todavía falta un mes para terminar la competición y el brasileño sigue demostrando que no tiene techo. Ha participado de forma directa en 42 goles del Real Madrid en la presente temporada: 23 tantos y 19 asistencias, en 51 encuentros. Falta un mes de competición y ya supera sus números del último curso: 22 y 17. Solo en la Champions acredita un 7+6 que deja claro quién es la estrella de este equipo y quién debe aspirar al Balón de Oro de la próxima temporada.

El Madrid había controlado los ritmos y todo apuntaba ya a otro triunfo con su sello de sufridor. Y justo cuando atravesaba sus mejores momentos, con Vinicius y Rodrygo incendiados, un error de Camavinga desembocó en un balón que le cae a De Bruyne en la frontal, para hacer el 1-1.

El Madrid había capturado a su presa, no la remató y cazador y cazado acordaron desde ese momento que así quedaría la cosa hasta la batalla del Etihad. Será dentro de una semana.