Las tres resurrecciones del Madrid

CHAMPIONS

CRAIG BROUGH | REUTERS

El Manchester City lo hizo todo para encarrilar la eliminatoria en la ida, pero los blancos resurgieron de sus cenizas como ya hicieron ante el PSG y el Chelsea

27 abr 2022 . Actualizado a las 09:02 h.

No hay un equipo en el mundo con el espíritu de supervivencia del Real Madrid. El Manchester City emuló al PSG y asedió al equipo de Ancelotti durante el encuentro. Jugó a su antojo, generó ocasiones muy claras de gol, pero, como los franceses, dejó vivo a un rival que siempre vuelve de sus cenizas. Como el Fénix de la mitología griega, hasta en tres ocasiones estuvo muerto el Madrid (con 2-0, 3-1 y 4-2).

Cuando a los once minutos el marcador registraba un claro 2-0, muchos se imaginarían que Guardiola podría al fin vengarse de la derrota más dura de su carrera. Aquella que le infligiera Ancelotti con el Real Madrid ante su Bayern camino de la décima (0-4 en Múnich). Y más viendo que a esos dos goles le siguieron otras dos ocasiones clarísimas falladas (de Mahrez y Foden).

Las costuras del 1-4-3-3

Ancelotti planteó un partido con solo tres centrocampistas, como en París, y el City lo aprovechó para adueñarse del balón, cociendo a su rival a fuego lento. Kroos, Valverde y Modric se vieron claramente superados, los centrales (Alaba y Militao) fueron un desastre y Guardiola aleccionó a los suyos para encontrar oro a las espaldas de los laterales (Carvajal y Mendy).

Los ingleses estaban haciendo un partido casi perfecto, si no fuese por sus problemas con la salida de balón. En el libreto de Pep es innegociable que el portero salga tocando el balón como un jugador más y así fue cómo el Madrid volvió por primera vez a la vida. Avisaron los blancos varias veces y finalmente fue un robo de Modric, un centro de Mendy y un gran remate de Benzema los que inmortalizaron el 2-1.

Vinicius, villano y héroe

El City recuperó su buen nivel inicial tras el paso por los vestuarios. Recordó lo que había hecho bien y en el arranque mereció marcar. Militao le regaló el gol a Foden, pero los ingleses volvieron a fallar lo que no se debe a estas alturas de Champions.

Cuando Foden hizo el 3-1, que ponía algo de justicia al marcador, Carlo Ancelotti se levantó de su asiento para recriminarle a Vinicius su responsabilidad en el gol. El brasileño perdió un balón y luego dejó vendido a Mendy al no bajar para ayudarle en banda, pero pronto su pecado acabaría siendo perdonado.

Con el Madrid en la lona por segunda vez en la noche, Vinicius corrió medio campo en solitario, dejando en evidencia a un Fernandinho que con 36 años está en el ocaso de su carrera, y devolvió a su equipo al partido. Incluso se animó a seguir atacando en busca del empate. En esa fase del encuentro, el Madrid dejó una duda en el ambiente: ¿Qué hubiera pasado de haber ido a buscar al rival desde el inicio sin especular?

El cuarto golpe del City parecía el definitivo. Después de superar sus únicos momentos de flaqueza, el latigazo de Bernardo Silva y las posteriores claras ocasiones falladas parecían presagiar la muerte definitiva del Fénix del fútbol mundial. Ni así. El Madrid siempre vuelve y un penalti escenificó un increíble 4-3.

Igual que el PSG y el Chelsea, el Manchester City será ahora el que tenga que ir al Bernabéu con el objetivo de intentar noquear a un boxeador que siempre se levanta tras cada golpe. Porque sí, a pesar de la notable superioridad celeste en la ida, el Madrid sigue estando ahí.