Como no puede ser de otra forma en unas semifinales de la Liga de Campeones, este Real Madrid-Chelsea va ser un partido muy complicado y tremendamente igualado. El equipo londinense, desde la llegada de Thomas Tuchel, ha mejorado muchísimo tanto con balón como sin él. Estamos ante un rival poderoso físicamente, muy bien armado a nivel defensivo. La prueba es que encaja pocos goles. Pero además, los blues son un equipo que sabe lo que hacer con el balón y el Madrid tendrá que tener mucho cuidado cuando eso suceda. Será una semifinal igualada, en la que además el Chelsea se juega todo a la carta de la Champions, porque en la Premier está lejos, mientras que al equipo blanco le llega esta eliminatoria jugándose además la vida en la Liga. Ya vimos en la eliminatoria del Sevilla que el Chelsea le pasó por encima y el Real Madrid está advertido de que no será sencillo.
El partido de ida se juega en Valdebebas y no encajar es fundamental, de cara a la vuelta. Aunque el equipo de Zidane empate a cero hoy, será un resultado positivo porque en Londres le valdrá cualquier empate con goles. Esa fortaleza defensiva será fundamental, y si el Madrid consigue además marcar aunque sea un gol, será un buen botín para Stamford Bridge.
El de esta noche será un duelo de estilos. Por un lado, parece que el Chelsea es superior en el plano físico. El Madrid ha tenido una temporada complicada en cuanto a lesiones y, aunque está recuperando algunos efectivos como Carvajal, Varane y Kroos, esperemos que puedan hacerlo a tope. Porque una cosa es volver y otra muy diferente hacerlo a tope. A priori, veo a un Chelsea intentando imponer esa fortaleza física, presionando mucho sobre Kroos y Modric, que son los futbolistas que pueden hacer jugar al equipo blanco y lazar a los atacantes en velocidad. Esa batalla en el cetro del campo va a ser fundamental. El Madrid tiene que estar rápido de mente y de piernas para imponer ahí su mayor calidad y también su experiencia en este tipo de situaciones.
El último aspecto a tener en cuenta será el arbitraje, pues el madridismo está tremendamente preocupado por posibles represalias de la UEFA por el tema de la Superliga. Ya el fin de semana vimos lo que pasó en la Champions femenina con el PSG y el Barcelona y aquí, lo único que se pide, es que haya un comportamiento ecuánime para las partes.