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Once grumetes, un capitán y supervivencia a la maldición del Titanic

CHAMPIONS

Peter Powell

Lección de resistencia del Madrid, al que se le abre de pleno el camino hacia el título

14 abr 2021 . Actualizado a las 23:42 h.

Hospedarse en un hotel llamado Titanic para jugar un partido decisivo en Inglaterra, justamente la noche en la que se cumplían 109 años del hundimiento del célebre barco, colmaría la negatividad de cualquier supersticioso. Pero la coincidencia fue solo eso. Este Real Madrid está lejos del lujo de aquel crucero convertido en leyenda en 1912 y no admite comparaciones posibles. El equipo blanco no puede presumir de diamantes y a cambio cuenta con un capitán capacitado, que supo sostener el timón cuando los icebergs se le echaron encima. Lo hizo hace dos meses, en medio de una tempestad en el que se dudó de su sabiduría, y lo repitió en Anfield, cuando el timón requería temple.

El Real Madrid salió a flote cuando nadie contaba con él y en Liverpool aplicó el mismo cuaderno de bitácoras que le había llevado a buen puerto en rutas anteriores. Solidaridad. Sacrificio. Unión. Repliegue. Inteligencia para dormir el partido con balón y salida al galope cuando había una opción clara de hacerlo. Un club grandioso, aplicando la receta que bordan los buenos equipos de la zona media-baja de la tabla de Primera.

Ni siquiera se notaron las bajas. Tampoco que Fede Valverde fuera el elegido para ocupar el maltrecho lateral que Carvajal y Lucas Vázquez dejaron desierto con sus lesiones. El Pajarito es todo voluntad y además es listo para adaptarse a cualquier misión que le encarguen, por descabellada que parezca. Casemiro acudió a su rescate y además le favoreció el hecho de que al nuevo de la clase siempre se le presta más atención que al resto. Las ayudas se multiplicaron a su alrededor y Mané sumó un partido más lejos de su nivel.

Si Vinicius fue el rey de la fiesta de la ida, Courtois fue el nombre propio del partido de vuelta. El belga lanzó salvavidas a diestro y siniestro cuando vio a sus compañeros al borde del ahogo. Uno en el primer minuto de cada parte y varios más en el resto del encuentro. Allí donde no llegaba el esfuerzo colectivo, emergía su gigantesca figura para desasosiego rojo.

También rayaron a un gran nivel Nacho y Militao, mientras Florentino Pérez acariciaba a su gato, mirando de rejo hacia una foto de Sergio Ramos. Se dijo durante meses que la renovación del capitán era indispensable y, sin él, el Madrid ha renacido.

Experto entre novatos

Pocos daban algo por este Madrid, quizás el más limitado en muchísimo tiempo. Pero ya está en semifinales y con tres imberbes asustados a su alrededor. El Chelsea le aguarda en la penúltima ronda, quizás el más débil de los cuatro supervivientes, pero a su vez es el otro equipo que sabe lo que es ganar una Champions (2012). PSG (finalista en la pasa edición) y Manchester City (solo jugó una vez una semifinal y la perdió) son los otros en discordia. Al barco del peor Madrid en años ya se suben todos.