El resultado de la ida (0-1) no es bueno para el Atlético de Madrid. Para pasar, tiene que ganar por lo menos 0-2, o 1-3. Eso le obliga a hacer dos goles. O al menos uno para llevar la eliminatoria al límite. De ahí que, por lo que se escucha, Simeone esté pensando en hacer algún cambio en su esquema de juego y su once. Quizá con Lodi y, por lo que parece, sacando a João Félix arriba junto a Luis Suárez.
Estas últimas semanas, el Atlético está un poco atenazado, perdiendo puntos en la Liga. Ese bajón que ha tenido, tras un magnífico camino en la primera vuelta, le puede contaminar hoy el ánimo en Londres y sus posibilidades de superar la eliminatoria con el Chelsea.
La cosa está difícil, pero como en cualquier eliminatoria de cualquier competición el Atlético de Madrid puede darle la vuelta a ese 0-1. Incluso partir con el resultado en contra quizás haga que el equipo se encuentre en mejor disposición para afrontar los últimos 90 minutos del cruce, como cuando la temporada pasada eliminó al Liverpool. El Atlético tiene una amalgama de defensores a los que resulta difícil hacerles gol, con un gran portero y esta temporada con Luis Suárez para ver puerta. A ello suma la capacidad de Simeone para introducir variantes a mitad del partido si lo considera necesario.
El Chelsea es un equipo grande, de muy buenos jugadores. Con una buena defensa y futbolistas del centro del campo hacia delante que tienen fútbol y combinan bien. Y arriba, gente muy peligrosa como Werner y Giroud. Muchas armas para poder hacer daño a cualquier rival. Además, desde la llegada de Tuchel al banquillo, el equipo inglés ha pasado de ser un conjunto irregular a jugar mejor. Un cambio que se ha trasladado a sus resultados en la Premier.
Siendo lo que es el Chelsea, la prioridad del Atlético de Madrid en Stamford Bridge debe ser centrarse en lo suyo, basarse en sus fortalezas y sus recursos para hacer lo que toca hacer hoy: marcar al menos un gol en campo contrario y, si no son más, no encajar.