Tania Fernández, piragüista: «Lugo siempre ha estado en el mapa del deporte, y yo feliz por contribuir»
DEPORTES
La lucense se proclamó campeona mundial de maratón por segunda vez
05 oct 2025 . Actualizado a las 20:01 h.Tania Fernández García (Lugo, 1992) es, sin duda y con diferencia, una de las deportistas más importantes de la historia de Lugo. Este pasado mes de septiembre se proclamó campeona del mundo de K2 maratón en Gyor (Hungría) por segunda vez, reeditando el título conseguido en el 2022 en Ponte de Lima (Portugal). Además, otras tres platas y un bronce mundiales, así como una plata y un bronce europeos. Una palista lucense en la élite mundial, como en su momento Luis Ramos Misioné o más recientemente Cristian Toro.
—¿Qué sensaciones tuvo al volver a ser campeona del mundo de maratón?
—Mucha alegría y mucha felicidad. Fue una regata muy disputada hasta el final. Entonces, eso hace que sea más emocionante la llegada, con más explosión de sentimientos porque no se decidió hasta el último metro. Entonces, sentí mucha emoción y satisfacción.
—La diferencia fue simplemente de 0,89 segundos. ¿Cuál cree que fue la clave para ganar ese sprint?
—Sin duda, fue llegar marcando al último porteo. Era nuestra baza, quisimos marcar toda la última vuelta para asegurar esa entrada al porteo en primera posición. Tuvimos tres ataques de uno de los barcos húngaros para coger la cabeza de carrera en esa última vuelta, respondimos muy bien y no fueron capaces de sobrepasarnos. Una vez llegando al porteo en primera posición, sabemos que somos rápidas porteando y que si volvíamos a montar en la embarcación antes que ellas iba a ser difícil que nos superasen en los últimos metros, que ya eran unos 500 hasta meta.
—Y, más allá de ese tramo final, ¿se cumplió su plan de regata preconcebido?
—Sí, nuestro objetivo era intentar estar bien colocadas en todo momento para sufrir lo menos posible. Era un circuito muy estratégico, con muchas curvas, muchas zonas donde la gente se cerraba y no dejaba espacio. Entonces, sabíamos que cualquier encontronazo en uno de esos puntos podía condicionarnos ya toda la carrera. Entonces, inicialmente era un poco sobrevivir a los sprints, mantenerse en buena posición para gastar las mínimas fuerzas posibles y que poco a poco quedasen menos embarcaciones en la disputa de los primeros puestos.
—A diferencia del oro mundial en Ponte de Lima en 2022, ¿qué situaciones diferentes se encontró entre estos dos oros mundiales?
—La regata fue completamente diferente. En Ponte de Lima quizás fue una regata inicialmente con menos ritmo y en la que pudimos mantener más fuerza hacia el final de la prueba. En la primera parte de esta regata tuvimos que exprimirnos bastante. Entonces, tocó sufrir en las dos primeras vueltas y, hasta que llevábamos a lo mejor una hora de prueba, no fuimos capaces de encontrar ese ritmo más largo y de más comodidad. Esta regata fue un poco más agónica, llegamos con calambres a la última vuelta por el esfuerzo previo. En Ponte de Lima quizás llegamos un poco más enteras al final, pero fue un poco por cómo se desarrolló la prueba en sí porque la estrategia y la táctica influyen mucho en el maratón.
—A nivel de pista, ¿qué le hace especial a Gyor con respecto a otros escenarios donde ya compitió?
—Gyor tiene la característica de ser un circuito con curvas que a lo mejor en otros circuitos que solo hay boyas no hay. Aquí nos metieron por un canal de ida y de vuelta, que era una zona muy bonita, muy chula y el entorno ayudaba en este caso, era un entorno bonito. Y luego teníamos a la afición húngara. En Hungría el piragüismo es uno de los deportes con más tirón. Además, nosotras íbamos luchando contra dos embarcaciones húngaras. Eso lo hace más emocionante, lo hace que lo vivas de forma más intensa.
—¿Qué virtudes tiene usted complementarias con las de su compañera Tania Álvarez?
—A nivel de personalidad, quizás muchas. Yo quizás soy más tranquila y ella es una persona a lo mejor más nerviosa, más activa. Entonces, en ese aspecto nos neutralizamos bastante la una a la otra. A la hora de competir somos parecidas, somos las dos muy peleonas, a las dos se nos da muy bien correr en los porteos, somos hábiles para bajarnos en la embarcación y subirnos. Las dos tenemos ya una forma de palear que, sin hablarnos, somos capaces de comunicarnos cuando queremos que la otra hable un poco más o un poco menos, y eso hace que nos sintamos con mucha seguridad en el K2.
—¿Cómo es un día en su vida tanto deportiva como laboral? Usted es fisioterapeuta.
—Sí, soy fisioterapeuta, pero estoy opositando para ser profesora de formación profesional, pero no tenemos plaza todavía. Si trabajo de mañana, trabajar y entrenar por la tarde; si trabajo de tarde, entrenar por la mañana y trabajar por la tarde. Este año no me salen oposiciones. Entonces, la parte del estudio la dejé un poco más de lado este año, pero ahora estoy a expensas de si sale oposición el año que viene o no. Dentro de esa rutina tendré que integrar también el estudio. Ahora me cambió un poco la situación porque fiché como fisioterapeuta en el Coruxo (FC), estaré con ellos esta temporada y es un proyecto que requiere bastante implicación con viajes y todo. Y adicionalmente sigo trabajando un par de tardes aquí en el centro donde estaba trabajando de fisio, un poco a nivel complementario y así jugando un poco con las horas del día (se ríe).
—¿De qué le sirve su conocimiento de la fisioterapia en su vida como deportista?
—¡Para todo! (sonríe). Para conocer el cuerpo desde lo más básico hasta lo más complejo. Tengo la suerte que me encanta la fisiología humana y, más allá de conceptos de mi propia profesión de fisioterapeuta, me interesan mucho temas relacionados con el entrenamiento y eso hace que me conozca muy, muy bien y sé qué cuestiones me vienen bien y qué cuestiones me vienen menos bien. Eso hace que yo decida muchas veces en qué optimizar el tiempo porque sé que cuestiones a lo mejor les puedo sacar más rentabilidad a la hora de entrenar y qué cuestiones me vienen bien. En ese aspecto, aprovecho muy, muy bien los entrenamientos y todo lo que rodea al entrenamiento.
—¿Le apena o no el hecho de ser bicampeona del mundo y tener dos trabajos?
—Bueno, lo ideal sería poder vivir de ello. Del piragüismo viven muy pocos y los que viven son de las distancias olímpicas. Cuando te metes en maratón ya asumes un poco la realidad que hay, pero está claro que lo ideal sería poder dedicarnos al 100 % a entrenar y a descansar, sobre todo. Yo puedo sacar una buena sesión de entrenamiento por la mañana, pero luego por la tarde el descanso no es el que debería ser, pero vamos jugando un poco con temas de vacaciones, a lo mejor en momentos puntuales de la temporada y lo vamos compaginando (sonríe).
—El maratón es icónico en el atletismo. ¿Le entristece que el maratón en piragüismo no sea olímpico?
—Sí, efectivamente. Sí me apena y me encantaría que la larga distancia formase parte del programa olímpico, pero incluso ya en el sprint, que sí es olímpico, cada vez se restringen más las pruebas. El programa olímpico tiene muchos intereses detrás y muchas fuerzas que se nos escapan de nuestra capacidad.¡Es un mundo tan, tan complejo y sabes que no vas a poder decidir! Está claro que sería ideal porque la inversión económica en las distancias olímpicas no tiene nada que ver con la inversión económica en la larga distancia. Me encantaría como maratoniana, pero lo veo complicado a corto plazo.
—¿Qué significa para usted el Club Kayak Tudense?
—Es el lugar donde he vivido mi segunda etapa deportiva. Separo mi vida deportiva en dos etapas. Una primera etapa en la que me dediqué más al sprint en el Club Fluvial de Lugo y estuve en el Centro de Tecnificación de Pontevedra. Luego tuve ahí dos años donde acabé la carrera y me tomé el piragüismo un poco más a modo de ocio. El Club Kayak Tudense fue el club que me dio la oportunidad de crecer de nuevo en este caso a nivel de club con mis compañeras de club en Campeonatos de España, poder sacar medallas a nivel nacional porque es un club siempre con muchos palistas de mucha calidad. Eso hizo que pudiese estar en muchos podios de campeonatos de España, con lo que eso conlleva, y la felicidad de compartir momentos con el club. Por otro lado, también me permitió sacar mi mejor versión en maratón. El Club Kayak Tudense, a pesar de ser un club, te ofrece las posibilidades y las facilidades de entrenar como un centro de alto rendimiento. Tenemos una buena infraestructura y los entrenadores se involucran al 200 %. Eso hace que sea un club que saque grandes palistas tanto de sprint, como Matías Otero, que estuvo en los últimos Juegos Olímpicos, como a nivel de maratón, con Manu Garrido o conmigo en este caso.
—¿Cómo surgieron sus inicios en el piragüismo?
—Pues surgieron por probar un deporte nuevo, un verano que también empezaron mi primo y mi hermano. A mí siempre me encantó el deporte y probar uno nuevo me parecía una idea atractiva también. Y, al empezar, lo compaginaba con kárate y con fútbol. El piragüismo fue poco a poco el que fue ganando y desplazando a los otros dos. Un poco porque desde pequeña empecé a tener resultados muy pronto y a todo el mundo le gusta ganar (se ríe). Y, por otro lado, porque teníamos un muy buen grupo de compañeros y de amigos en el Club Fluvial (de Lugo), que a día de hoy muchos de ellos todavía siguen siendo mis amigos. Las amistades que se hacen en el piragüismo son muy fuertes y muy vinculantes porque se pasan muchas horas juntos. El grupo de compañeros que tenía fue también parte importante para seguir en este deporte.
—Como lucense, ¿qué diferencias hay entre el río Miño para entrenar cuando usted está en Lugo y cuando está en Tui?
—La principal diferencia es que en Tui la zona del río Miño es muy ancha, hay muchos kilómetros para recorrer sin ningún tipo de interferencia en el río. Si quisiésemos, tendríamos como 40 kilómetros sin que haya nada que impida que puedas remar. En Lugo es una parte del río mucho más estrecha con "caneiros" que delimitan ciertas zonas. De cara a la larga distancia, entrenar en Lugo es un poco más duro y más complejo porque tienes que dar vueltas en un recorrido más pequeño. Pero yo al río Miño le tengo mucho cariño, tanto en la zona de Lugo como en la de Tui (sonríe).
—¿Cómo valora este 2025 volviendo a ganar una prueba mítica y clásica como es el Descenso Internacional del Sella, donde ya había ganado y donde el año pasado fue segunda?
—¡Fue un subidón también! (sonríe) El Sella es una regata que no tiene comparación con ninguna otra prueba del mundo. ¡La tensión, la emoción que se vive en la salida con tantos cientos de piragüistas preparados y el público coreando el himno de Asturias! ¡Los pueblos de Arriondas y de Ribadesella se involucran tanto que te sientes casi una estrella! (sonríe). Entonces, hace que sea una competición muy especial y que la victoria se saboree, aunque no tenga la mejor repercusión a nivel de becas o que tenga más trascendencia. Lo que vives en ese fin de semana es brutal a nivel de emociones. Estamos muy, muy felices de poder volver a ganar un Sella juntas.
—¿Qué objetivos se plantea a corto, medio y largo plazo?
—Actualmente no me gusta mucho hablar a largo plazo porque estoy ya en una etapa de mi vida deportiva en la que voy año a año, no sé si decir que las ganas se mantengan intactas, pero que mantenga las ganas, la ilusión y la pasión porque para conseguir objetivos ambiciosos tienes que tener ganas y motivación porque, aunque tú vayas a entrenar y el cuerpo responda, si la cabeza no está preparada para sufrir es difícil llegar a esos niveles de entrenamiento tan exigentes, que son los que luego te dan resultados. Te diría que el objetivo es intentar estar en el Mundial del año que viene, que es en Argentina, pero por ahora a descansar y a recargar pilas (sonríe).
—Más allá de los dos oros mundiales, ¿qué momentos destaca de su carrera?
—Ya la primera victoria en una regata gallega siendo alevín. Me acuerdo que me dije: "¡Madre mía, soy la mejor de Galicia!". ¡Y ya me pareció una auténtica pasada! También mi primera regata nacional ganada siendo infantil en Trasona, en Asturias. Y también mi primera internacionalidad, sin duda, de juvenil de primer año. Otro momento especial fue cuando estuve en el equipo nacional de sprint sénior, que estuve en el K4 500. Ser una de las integrantes del K4 que representa a España en una modalidad olímpica es, sin duda, uno de los grandes recuerdos que tengo en mi vida. Y luego ya llegó la etapa del maratón.
—¿Quiénes son sus referencias?
—Siempre fue Teresa Portela porque es la mejor piragüista de España, la española con más participaciones en Juegos Olímpicos. Y, por fin, consiguió su ansiada medalla olímpica. Teresa Portela es un ejemplo de esfuerzo, de sacrificio, de constancia y, sobre todo, de no rendirse nunca porque, al final, consiguió aquello que tanto soñaba, que era una medalla olímpica. Todo el mundo se alegró mucho y eso dice mucho del deportista.
—¿Qué destaca de su compañera lucense Carmen Villar?
—Carmen empezó siendo una niña del Club Fluvial (de Lugo). Le llevo siete años. Entonces, al principio la vi como una niña (se ríe) e incluso ejercía en algunos momentos un poco como hermana mayor dándole consejos o incluso riñéndole cuando había cuestiones que a lo mejor yo consideraba que no estaba haciendo bien. Sin querer, fuimos creciendo las dos con el paso de los años, sobre todo ella. Un día, sin darnos cuenta, llegamos a la conclusión de que no sabíamos en qué punto había pasado, pero que éramos amigas. Con Carmen comparto muchas cuestiones. Estos años compartimos muchas regatas juntas. Es una persona muy optimista, con mucha alegría y con mucho sentido del humor, con la que te lo pasas muy bien. Es también una persona responsable y con unos valores similares a los míos. Entonces, eso hace que las dos juntas podamos plantearnos proyectos y rutinas diarias, sea entrenando o con la oposición. Compartimos mucho tiempo juntas y la una a la otra éramos un apoyo y un ánimo.
—¿Cuál es su circuito favorito para competir?
—Tengo el recuerdo de cuando competimos en el Campeonato del Mundo en China, en 2019. Era un circuito también muy ratonero, con muchas curvas, donde pasamos por muchos puntos rodeadas de rascacielos. Lo tenemos grabado en la retina como uno de los sitios más chulos donde hemos competido (sonríe).
—¿Cómo valora el nivel de la ciudad de Lugo en diferentes deportes?
—Lugo es tierra de grandes deportistas. Como dices tú, en diferentes modalidades, tanto el CD Lugo, el Breogán o los grandes piragüistas que han salido del río Miño, precisamente en la ciudad de Lugo. Lugo siempre ha estado en el mapa del deporte como una ciudad referente y con grandes deportistas, y yo feliz por contribuir a la historia de mi ciudad en el ámbito del deporte. Ojalá sean muchos años más los que sigan teniendo éxito los lucenses.